Negociaciones en Bonn sobre cambio climático a paso de tortuga

  • Las negociaciones hacia un acuerdo que limite el dramático recalentamiento del planeta avanzan a paso de tortuga en Bonn (Alemania), según una amplia mayoría de diplomáticos que este miércoles reclamaron se aborde de una vez la sustancia del asunto.

Mientras en Alaska el presidente norteamericano Barack Obama deploraba la lentitud del proceso y tras el llamado del papa Francisco a tomar el toro por los cuernos, los negociadores de los 195 países representados en la ONU manifestaron su frustración.

"No estamos realizando avances", admitió en sesión plenaria el representante de Nigeria, Samuel Adejuwon, sintetizando el sentir de una gran mayoría de los delegados en Bonn, que desean entrar en la discusión línea por línea del texto de 80 páginas que se terminará de negociar en diciembre en París.

La COP21, que reunirá a los 195 países entre el 30 de noviembre y el 11 de diciembre en Le Bourget, suburbio norte de la capital francesa, tiene el objetivo de alcanzar un acuerdo para limitar a un máximo de 2 grados el calentamiento del planeta en relación a la temperatura de la era preindustrial.

El mismo día de la inauguración, Francia celebrará una cumbre de jefes de Estado y de gobierno para dar un impulso a las negociaciones.

De cara a la cita de París sólo quedan en total siete días de negociaciones efectivas en Bonn --de aquí al viernes, y otra tanda de cinco días en octubre-- para avanzar hacia un nuevo texto más claro que el precedente elaborado en las últimas semanas por los copresidentes de las negociaciones.

De momento ya se sabe que el nivel de reducción de gases de efecto invernadero (GEI) anunciado por unos 60 Estados en todo el mundo -responsables de cerca del 70% del total de emisiones de GEI- no permitirán limitar a 2 grados el calentamiento global.

Los delegados debaten en Bonn temas tan espinosos como la repartición de los esfuerzos contra el cambio climático entre los países pobres, emergentes y ricos.

En julio pasado, una reunión ministerial informal de unos cincuenta países puso de relieve que existen puntos de acuerdo, como la necesidad que el acuerdo final sea permanente y que tenga un mecanismo regular de reevaluación para reducir los GEI.

Durante su visita a Alaska, Obama realizó un balance sombrío de la lucha contra el cambio climático en el mundo al hablar ante una conferencia internacional sobre el Ártico. "No avanzamos suficientemente rápido", dijo.

"El clima cambia más rápidamente que nuestros esfuerzos para responder" a ello, agregó Obama. Advirtió sobre el impacto devastador de los cambios que se avecinan en vistas de la ausencia de reacciones coordinadas del conjunto de países del planeta.

Entre bambalinas, representantes de los países en desarrollo manifestaron en Bonn cierta inquietud de que en ausencia de discusiones plenarias que aborden el meollo de los temas se vean confrontados a último momento a un texto negociado fuera del ámbito global.

"Hay preocupación acerca de la transparencia y la inclusión" de los 195 países involucrados, dijo uno de ellos, recordando el espectro del fracaso de las negociaciones de 2009 en Copenhague. Pero también los europeos manifestaron cierta exasperación.

"Creo que estamos todos igualmente frustrados por el actual ritmo de las negociaciones", explicó a la AFP Amjad Abdulla, representante de Maldivas y vocero de la alianza de los pequeños estados isleños.

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