Neonazi alemana niega responsabilidad en diez asesinatos

  • La principal acusada en un juicio de una red neonazi en Alemania negó el miércoles en un tribunal de Múnich cualquier responsabilidad en una serie de ocho asesinatos que sacudió al país entre los años 2001 y 2007.

"No estoy implicada ni en la preparación ni en la ejecución" de esos asesinatos, afirmó Beate Zschape, de 40 años, en una declaración leída por su abogado, Mathias Grasel.

Sin embargo "me siento moralmente responsable de no haber podido influir" para impedir que sus dos cómplices -Uwe Böhnhardt (34 años) y Uwe Mundlos (38)- cometieran los asesinatos.

"Me disculpo sinceramente ante todas las víctimas", agregó Zschape, durante este juicio de una red neonazi, sin precedentes en Alemania.

La acusada rompió así el silencio que mantenía desde hace dos años y medio, cuando comenzó la instrucción de este proceso judicial.

Beate Zschape se presentó como cómplice pasiva de sus dos secuaces fallecidos, en el grupúsculo neonazi Clandestinidad Nacional Socialista (NSU).

Según Zschape, pasible de una pena de cadena perpetua, esas dos personas planificaron y cometieron los crímenes sin que ella lo supiera.

"Estaba estupefacta" por los crímenes que cometían en todo el país, afirmó la acusada en el texto leído por su abogado.

Paulatinamente "tuve conciencia de que vivía con dos hombres para los cuales la vida humana no tenía valor", agregó Zschape, que explicó que no tuvo coraje para abandonarlos.

"Tenía miedo de ser condenada a una larga pena de cárcel, miedo de que murieran y miedo de perder a Böhnhardt", del cual estaba enamorada, afirmó la acusada.

"Recuerdo haberles suplicado durante horas que dejaran de matar" y ellos respondían que "iban a cesar pero no cumplieron con su palabra", agregó.

Zschape es juzgada desde 2013 por su participación en diez asesinatos, dos atentados contra comunidades extranjeras y quince asaltos a mano armada.

Sus cómplices fueron hallados muertos a fines de 2011 por los policías que iban a detenerlos después del asalto de un banco en el este de Alemania.

La policía no pudo determinar si ambos se suicidaron o si uno de ellos mató al otro ante de quitarse la vida.

Las diez personas asesinadas por el grupúsculo eran en su mayoría turcos u oriundos de Turquía. Entre las víctimas figuraban una griega y una mujer policía.

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