Netanyahu abre con una propuesta polémica una oficiosa campaña electoral

  • El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, inició hoy una oficiosa campaña para unas elecciones previsiblemente anticipadas a este año, al anunciar un polémico proyecto de ley que levantará ampollas entre los palestinos con ciudadanía israelí y los judíos ultraortodoxos.

Antonio Pita

Jerusalén, 29 abr.- El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, inició hoy una oficiosa campaña para unas elecciones previsiblemente anticipadas a este año, al anunciar un polémico proyecto de ley que levantará ampollas entre los palestinos con ciudadanía israelí y los judíos ultraortodoxos.

En una reunión con ministros de su partido, el derechista Likud, Netanyahu aseguró que "en la próxima semana o dos" tomará una decisión sobre un eventual adelanto de los comicios legislativos, previstos para la segunda mitad de 2013.

"Se mire como se mire este Gobierno no llegará a fin de año", declaró un dirigente del Likud a la edición de hoy del diario "Haaretz".

La radio militar israelí habla de septiembre, mientras que la emisora pública Kol Israel apunta a octubre o diciembre.

El presidente del Parlamento, Reuven Rivlin, dijo el viernes al diario "Yediot Aharonot" que el actual Parlamento comenzará mañana su "última sesión de verano", principalmente por la dificultad de acordar el presupuesto para 2013 y porque "resulta razonable asumir que el liderazgo político preferirá celebrar elecciones antes que EEUU", que tiene presidenciales en noviembre.

Netanyahu estaría muy bien situado para la reelección, con un 29,1 por ciento de israelíes que le ven como "el más apropiado" para ocupar el puesto, muchos más que al ultraderechista líder de Israel Beitenu y titular de Exteriores, Avigdor Lieberman (9,2%) y que el apenas 4,6% que prefiere al líder de la oposición, Shaul Mofaz, según una encuesta que publica hoy el diario "Israel Hayom".

El Likud pasaría de los 27 diputados de las elecciones de 2009 a 31; los laboristas subirían de 13 a 17 tras la salida del ministro de Defensa Ehud Barak (que creó un partido, Atzmaut, que no obtendría representación) y la ultraderecha de Israel Beitenu perdería sólo uno de sus quince escaños.

La formación que ganó los anteriores comicios, el Kadima que entonces lideraba Tzipi Livni y desde el pasado marzo lo hace Mofaz, se hundiría: de 28 a 13.

Las elecciones contarán con un nuevo y a la vez muy conocido rostro, el de Yair Lapid, un popular ex presentador televisivo que formalizó hoy la creación de su partido, "Iesh Atid" (Hay futuro).

"Hemos creado Iesh Atid porque la clase media, el público creativo y productivo que paga impuestos y sirve en el Ejército, no tiene voz ni quien proteja sus intereses", defendió.

Lapid es hijo de Yosef Lapid (también periodista que creó el extinto partido liberal-laico Shinui y fue ministro de Justicia) y, si bien apenas ha detallado su ideario político, representaría una suerte de nacionalismo secular, con un punto populista, que recoge el malestar de muchos israelíes seculares.

Según la citada encuesta, se estrenaría en la Kneset con doce diputados.

En este contexto, Netanyahu se ha lanzado hoy de facto a la precampaña electoral con un anuncio de proyecto de ley que probablemente genere aplausos en la mayoría judía del país y ponga en aprietos a la oposición, pero también afecte a la estabilidad del país.

La idea es que los jóvenes palestinos con ciudadanía israelí sean forzados a prestar servicios a la comunidad, en lugar del servicio militar que los judíos -a excepción de los ultraortodoxos- tienen que hacer durante 36 meses (hombres) o 24 (mujeres).

La histórica exención militar a la minoría árabe, que supone un quinto de la población, se origina, por un lado, en que el Ejército ha dudado siempre de su lealtad y, por el otro, en que la inmensa mayoría de la comunidad se niega a servir a un Estado que no ve como suyo, le discrimina de facto y cuyo Ejército ocupa desde hace cuatro décadas a sus hermanos en Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este.

"El reparto de la carga debe ser alterado. Lo que ha habido no es lo que habrá", afirmó Netanyahu en un encuentro con reservistas, según un comunicado de su oficina.

El nuevo texto, que se someterá a debate el próximo día 9, sustituirá a la llamada "Ley Tal", que exoneraba del servicio militar a los judíos ultraortodoxos (menos del 10% de la población) que se dedicasen al estudio y que el Supremo echó abajo el pasado febrero por discriminatoria.

Su sustitución es quizás el principal reto al que se enfrenta una coalición en la que conviven dos partidos ultraortodoxos con la ultraderecha secular de Israel Beitenu y que ha durado ya mucho más de lo que se esperaba.

La dificultad de alcanzar un consenso al respecto es, para la mayoría de analistas, el principal motivo del previsible adelanto electoral.

Lieberman, que aboga por el "alistamiento para todos", dijo ayer que los compromisos de su partido con Netanyahu se han "agotado" y que la fecha de las elecciones dependerá de la nueva ley sobre este asunto.

Mostrar comentarios