Netanyahu se convierte en el rey absoluto de la política israelí

  • El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, demostró hoy que se ha convertido en el dueño y señor de la política israelí al lograr el respaldo de una mayoría parlamentaria sin precedentes de 94 diputados con la que podrá gobernar hasta el otoño de 2013.

Javier García

Jerusalén, 8 may.- El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, demostró hoy que se ha convertido en el dueño y señor de la política israelí al lograr el respaldo de una mayoría parlamentaria sin precedentes de 94 diputados con la que podrá gobernar hasta el otoño de 2013.

Haciendo gala de su capacidad de malabarismo político y aprovechando la debilidad de un partido como el Kadima, al que todas las encuestas pronosticaban un clamoroso desplome en los próximos comicios, el jefe de Gobierno ha conseguido formar una coalición que abarca desde la extrema derecha hasta el centro político.

Netanyahu había decidido hace apenas una semana convocar elecciones anticipadas el próximo septiembre ante el riesgo de fractura que presentaba la coalición con sus principales socios, el partido ultraortodoxo sefardí "Shas" y el ultranacionalista "Israel Beitenu" del ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman.

Pero los sondeos reflejaban un incremento del voto de su partido, el Likud (derecha), junto a una caída en picado de su principal oponente, el Kadima (centro derecha), que en los últimos comicios de 2009 había sido la fuerza más votada con 28 diputados, uno más que el de Netanyahu.

Sin embargo, las encuestas apuntaban igualmente a un despegue del deprimido Partido Laborista, comandado ahora por Shely Yajimovich, y a un repunte de otras formaciones de izquierda, así como a la flamante entrada en escena de "Iesh Atid" ("Hay futuro"), una fuerza recién creada por el popular ex presentador televisivo Yair Lapid.

Existía un ligero riesgo, aunque fuese ínfimo, de que la suma de los votos en septiembre de las formaciones de centro y de izquierda fuese mayor que la de las de derecha.

Y Netanyahu ha preferido no correr ese riesgo, aprovechar la oportunidad de ser el gobernante más apoyado de la historia de Israel y disfrutar de un holgado respaldo con el que afrontar cualquier decisión complicada.

Entre ellas, la de un posible ataque a Irán, para lo que algunos creen que ha preparado el camino con este último movimiento.

El jefe del Ejecutivo tendrá también mucha mayor libertad de movimiento para adoptar decisiones a derecha e izquierda que no complazcan a todos los partidos de su coalición, como acabar con la exención del servicio militar de los ultraortodoxos religiosos, a lo que ha obligado una sentencia del Tribunal Supremo.

Por su parte, el jefe del Kadima, Shaúl Mofaz, convertido en el líder de la oposición más breve de la historia del país (apenas mes y medio), obtiene para sí la vicepresidencia del Gobierno y evita la pérdida de su peso en la escena política que las encuestas auguraban para él y su partido.

Netanyahu ha conseguido que el Kadima -partido fundado por Ariel Sharon tras abandonar el Likud y, a la postre, una escisión del ala más moderada de éste- regrese al redil de sus antiguos compañeros de filas, multiplicando en el viaje sus apoyos parlamentarios.

Todavía están por ver las consecuencias del "milagro" obrado por el primer ministro en el mapa electoral israelí, pero ahora en lugar de cuatro meses habrá que esperar un año y medio para comprobarlas, una "eternidad" en el tiempo político del país.

Yajimovich cuenta con el añadido de ser la flamante nueva jefa de la oposición con sus exiguos 8 diputados pero tendrá serias dificultades para hacer escuchar su voz y convertirse en alternativa a un gobierno con tan abrumador respaldo, al que calificó hoy de "alianza de cobardes".

Yair Lapid lo podría tener todavía más difícil, sin presencia parlamentaria durante 18 meses, para consolidarse antes de haber conseguido siquiera comprobar el respaldo electoral de su personalista partido, creado ante la expectativa de unas elecciones que de momento no se van a celebrar.

Tzipi Livni, desbancada por Mofaz del liderazgo del Kadima en las primarias del partido de finales de marzo, deberá postergar al otoño de 2013 su posible regreso a la arena política, por mucho que atesore entre sus activos su negativa a pactar con la ultraortodoxia.

Con todo, el inesperado acuerdo de gran coalición fraguado en los últimos días y anunciado con nocturnidad de madrugada no ha sentado demasiado bien entre los analistas israelíes que consideran cuando menos "cínico" el acuerdo entre los hasta ayer adversarios.

Muchos recuerdan que el líder del Kadima prometió, tras su elección en lugar de Livni hace poco más de un mes, que nunca se incorporaría al Gobierno actual, símbolo, a su juicio, de "todo lo que va mal en el Estado de Israel".

Mostrar comentarios