Viena, 18 feb.- El príncipe Johan Friso de Holanda no actuó de forma negligente al esquiar fuera de pista cuando fue sepultado el viernes por una avalancha en el Tirol austríaco, afirmó hoy Michael Manhart, responsable de la seguridad en buena parte de la estación de Lech, donde ocurrió el suceso.
Manhart opinó en rueda de prensa que no se puede acusar de negligencia al hijo de la reina Beatriz de Holanda y a su acompañante y recordó que, cuando se esquia en zonas abiertas, cada uno asume su propia responsabilidad, según la agencia APA.
"El príncipe ha estado tan a menudo en Lech que sabía exactamente lo que hacía", había indicado previamente Manhart.
Según este experto, la pendiente donde se produjo el alud que sepultó al príncipe el viernes al mediodía es un terraplén corto y empinado.
Manhart aseguró que sería un error atribuir a alguien la responsabilidad de la avalancha.
Además, en la rueda de prensa dijo que fue una sorpresa que ocurriera un alud, ya que por la mañana se habían efectuado detonaciones para provocar avalanchas controladas sin que se produjeran desprendimientos.
En el momento del accidente, la zona por la que esquiaba el príncipe estaba bajo una advertencia de riesgo grave de avalancha.
El príncipe quedó sepultado durante unos 20 minutos por una capa de unos 40 centímetros de nieve y tras ser rescatado tuvo que ser reanimado por los servicios de salvamento, informó la televisión pública holandesa (NOS).
La Casa Real holandesa señaló hoy en un comunicado que el estado de salud del príncipe no ha variado en las últimas 24 horas y que, aunque sigue estable, su vida aún corre peligro.
La reina Beatriz y la esposa del príncipe Johan, Mabel Wisse Smit, se han desplazado al hospital universitario de Innsbruck, donde está ingresado.
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