Nikolic promete mantener a Serbia en su camino proeuropeo pero debe probarlo

  • El nuevo presidente de Serbia, el centroderechista Tomislav Nikolic, quien asumió hoy su cargo para los próximos cinco años, ha prometido mantener al país en la senda europeísta, aunque todavía tiene que probarlo con los hechos.

Snezana Stanojevic

Belgrado, 31 may.- El nuevo presidente de Serbia, el centroderechista Tomislav Nikolic, quien asumió hoy su cargo para los próximos cinco años, ha prometido mantener al país en la senda europeísta, aunque todavía tiene que probarlo con los hechos.

Al jurar el cargo, Nikolic prometió que dedicará toda su capacidad a preservar "la soberanía y la integridad territorial" de Serbia, con Kosovo como su parte integrante, la exprovincia que autoproclamó su independencia en 2008, que Serbia no reconoce.

Kosovo es uno de los principales escollos en el camino serbio hacia la Unión Europea. Belgrado deberá reanudar pronto el diálogo con las autoridades albanokosovares de Pristina, amparado por Bruselas, para progresar en asuntos técnicos y la normalización regional.

Hasta ahora, Nikolic no ha presentado su eventual plan para este conflicto, y sólo reiteró que nunca reconocerá la independencia, incluso si Bruselas lo planteara como condición para el ingreso de Serbia en la UE.

Expertos serbios consultados por Efe consideraron que la política de Nikolic hacia Kosovo será en general de continuidad con la trazada por su predecesor en el cargo, el reformista de clara orientación proeuropea Boris Tadic, aunque "quizás con algo más de folclore".

También, el director del Centro para los Estudios del Sureste de Europa de la Universidad de Graz (Austria), Florian Bieber, dijo a Efe que "en los últimos años Nikolic abogó por un acercamiento a la UE, y no hay razón ahora para dudar de esta opinión".

"Los problemas están en los detalles del proceso de ampliación (comunitaria), y, por supuesto, en la cuestión de Kosovo. No sabemos si Nikolic es sólo proeuropeo cuando las cosas van bien, o si también será proeuropeo cuando las cosas se compliquen", dijo Bieber.

El presidente serbio no tiene el poder ejecutivo, que corresponde al Gobierno, ni competencias salvo las protocolarias, pero su figura conlleva una gran influencia política debido a que es uno de los pocos cargos en el país balcánico que se eligen por sufragio universal.

Además, ha contribuido a la importancia del cargo su predecesor Tadic, quien ejerció de presidente durante dos mandatos, desde 2004, y se había impuesto como el líder del país al decidir asuntos cruciales.

Así, su determinación proeuropea ha sido clave para que el país recibiese en marzo pasado el estatus de candidato a la adhesión comunitaria.

Ahora, todo parece indicar que Tadic, aunque perdió las elecciones presidenciales, será el jefe del futuro obierno, cuya formación está pendiente tras las elecciones legislativas del 6 de mayo, y que podría tomar esta vez las riendas del verdadero poder en Serbia.

el ex presidente dejó claro que en ese gobierno no participaría la formación política próxima a Nikolic, el Partido Progresista Serbio (SNS), aunque fue el más votado en las parlamentarias, seguido del Partido Democrático (DS) de Tadic.

En todo caso, tanto el gobierno como el presidente deberán enfrentarse al difícil reto de impopulares reformas para reforzar la economía del país, con una tasa de desempleo del 24 % y un creciente descontento social.

Desde el inicio de la crisis económica, se han destruido 400.000 puestos de trabajo, la deuda externa llegó al 45 % del PIB, y los economistas advierten de que si no se aplican cuanto antes rigurosas medidas de ahorro, Serbia estará amenazada por una grave crisis de su deuda soberana.

Nikolic y Tadic, los dos políticos más destacados del país, aunque grandes rivales, han prometido, ante la difícil situación en el país, cooperar por el bien de los ciudadanos.

También comparten el objetivo de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, solucionar los problemas económicos, integrar al país en la UE, hallar un consenso sobre Kosovo y luchar contra el crimen y la corrupción.

Tras el terremoto político y la sorpresa que causó la elección de Nikolic como presidente, y en caso de lograr Tadic formar el gobierno, Serbia viviría una nueva cohabitación de un Ejecutivo de un signo y una presidencia de otro.

El país tiene la mala experiencia de anteriores cohabitaciones, que fueron marcadas por grandes desacuerdos políticos y la ralentización de las reformas y del acercamiento a la UE.

Nikolic, un político de pasado ultranacionalista hoy más moderado, es todavía una incógnita para los políticos europeos, que esperan que el nuevo presidente confirme con actos su orientación y no detenga el proceso de integración comunitaria de su país.

El político lideró hasta hace una semana el SNS, que fundó en 2008, cuando moderó su postura política, tras haber sido líder del ultranacionalista Partido Radical Serbio (SRS) y antiguo partidario del que fuera el líder autoritario serbio, Slobodan Milosevic.

Mostrar comentarios