No basta con Blair: ¿cuándo pedirán perdón Bush y Aznar por la guerra de Irak?

    • "Pido perdón porque los informes de inteligencia que se recibieron estaban equivocados", dijo Blair.
    • No es el único líder que debe disculparse ante la opinión pública internacional por haber cometido tan grave error.
Aznar y Bush coinciden en que se mantenga "firmeza" frente al régimen cubano
Aznar y Bush coinciden en que se mantenga "firmeza" frente al régimen cubano

Me acuerdo perfectamente de la imagen, de la frase y de la chulería: "Mission accomplished" (misión cumplida). A principios de mayo de 2003, George W. Bush descabalgó de un caza que se había posado sobre el portaaviones Abraham Lincoln.

Desde la cubierta del buque proclamó ante la opinión pública mundial que el régimen de Sadam Hussein, ese forajido que había pretendido matar a su papá y fabricaba armas de destrucción masiva, había sido desbaratado.

"Mission accomplished", reiteraba una enorme pancarta desde la sala de mandos del barco.

Doce años después y miles de muertos después de ese pretendido final, revivir esta escena hurga una herida aún sangrante. En 2013, el Huffington Post reflejó el décimo aniversario con una foto aplastante, que por su interés periodístico merece la pena reproducir:

Y hay más que añadir. ¿O es que la crisis que estamos viviendo hoy mismo con la avalancha de refugiados sirios no tiene mucho que ver con aquellas decisiones necias y con ese modo prepotente de entender la política internacional?

'Error accomplished', debió decir Bush en aquel momento. Es lo que acaba de reconocer su mayor aliado en 2003, el entonces primer ministro británico, Tony Blair.

"Pido perdón porque los informes de inteligencia recibidos eran erróneos, aunque Saddam Hussein había usado armas químicas de manera abundante contra su propia gente y otros, el programa no existía tal y como pensamos", ha declarado el antiguo líder británico.

Ha tardado doce años en hacerlo, pero al menos se ha adelantado al principal responsable de aquella catastrófica decisión, el presidente Bush Jr. Lo ha hecho también antes que el presidente español, que acompañó el dislate contra el criterio de la práctica totalidad de la opinión pública y política del país.

Siendo benevolentes hasta la ingenuidad, podría concederse a Aznar el coraje de tomar de tomar las decisiones que consideraba vitales para el futuro del país, con independencia de su popularidad. Pero lo hizo sobre informes erróneos, pagando un precio altísimo -atentado del 11M y derrota electoral de su partido- y con unos efectos internacionales que, a la vista está, resultaron contraproducentes. Y aún así, una vez aclarado lo catastrófico de la decisión, ni siquiera ha pronunciado esas palabras que tan bien fueron recibidas en boca del rey Juan Carlos: "Perdón. Me he equivocado. No volverá a ocurrir".

Todos nos merecemos cierta indulgencia por los errores que comentemos. También los políticos: Felipe González, Zapatero, Rajoy… todos han cometido errores. La historia y las urnas les juzgan. También a Aznar. Pero en el caso de este último, ni siquiera la más rotunda evidencia ha conseguido arrancarle al menos una palabra de disculpa o arrepentimiento.

El expresidente del Senado, Juan Ramón Lucas, contó en un documental de TVE cómo el anciano papa Juan Pablo II le insistió, casi sin voz, en que convenciera a José María Aznar de que no apoyara la guerra de Irak.

Todos los líderes con dos dedos de frente sabían ya entonces que EEUU iba a agitar un avispero y que nadie podría calcular las consecuencias. Ahora ya las conocemos.

Sigue @martinalgarra//

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