Entrevista a Xiana Méndez, secretaria de Estado de Comercio

"No vamos a bajar la guardia con Iberia al negociar un acuerdo sobre el Brexit"

Confía en que las exportaciones y la inversión exterior serán de nuevo la palanca que nos permita salir de la crisis del Covid, mientras se prepara para afrontar el divorcio entre la UE y Reino Unido.

Xiana Méndez, secretaria de Estado de Comercio
Xiana Méndez, secretaria de Estado de Comercio.
José González

La Secretaría de Estado de Comercio ha sido uno de los departamentos que ha estado en la primera línea de la lucha contra la Covid, tanto a la hora de apoyar al pequeño comercio y las empresas que veían como se les caían de repente las ventas, la producción y el acceso a los mercados exteriores, como para abrir camino a la hora de comprar mascarillas, EPIs o principios activos en lo más crudo de la pandemia, cuando todos los países se pegaban en China por obtener material. “Hubo que sumar el esfuerzo de todos y trabajar 24/7 porque ni Sanidad ni las Comunidades Autónomas conocían bien esos mercados, las listas de espera eran muy largas y la negociación requería especialistas. Ahí el compromiso de los consejeros comerciales en lugares como China, India, Israel, Corea y hasta Suecia, ha sido enorme”, reconoce la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez, que recuerda la dureza de esos momentos. “Lo nuestro es la exportación, no la importación, pero hemos ayudado en todo lo que hemos podido”, remata.

Una vez pasado lo peor, por ahora, esta gallega apasionada de la macroeconomía y que pertenece al selecto grupo de los técnicos comerciales del Estado, afronta un reto casi más complicado que el de las mascarillas: hacer que la exportación vuelva a ser, como en la crisis anterior, la palanca sobre la que pivote la recuperación en V asimétrica que la vicepresidenta económica ha marcado como previsión para todo el mundo. Xiana Méndez reconoce que ha sido “un poco frustrante” ver como se ha desplomado todo tras la buena marcha de las ventas al exterior de enero y febrero, hasta el punto de que ahora estamos “ante un escenario novedoso en el que es prematuro saber todavía cuál va a ser el impacto de todo eso sobre el crecimiento y el sector exterior”.

“Hay un shock sin precedentes, de demanda y de oferta, asimétrica por sectores, no sincronizada por países; cuando cerramos en Europa empezaban a abrir en Asia; pero ahora que Europa abre, siguen cerrados mercados de EEUU y Latam, que para España son fundamentales”, explica. A falta de una solución mágica y pendientes de la crudeza de los próximos seis meses, Méndez tiene claro que “todas las políticas y análisis que hagamos tienen que ser muy diferentes por sectores de actividad, porque los hay con un comportamiento espectacular que ahora van a tender a estabilizarse, como los alimentos; otros se han visto muy afectados y deben replantearse las cadenas de valor para mejorar su posición, como la automoción y los bienes de consumo; los que más se resienten se recuperarán con cambios estructurales, como los servicios al turismo o las ferias y congresos; y hay sectores claramente ganadores que hay que impulsar, como la salud y las nuevas tecnologías”.

La estrategia de mezclar política industrial con política comercial que se han marcado en el Ministerio que lidera Reyes Maroto, con la exportación pendiente de coger el relevo, ha chocado en plena crisis con el golpe de los cierres de Nissan o de Alcoa, que dejan al descubierto la falta de una política industrial en los últimos años en España y la amenaza de que el 9,5% de caída del PIB que espera el Gobierno se convierta, en el peor de los escenarios, en el 15% que vaticina el Banco de España. “Está claro que la demanda interna también se va a contraer -reconoce la secretaria de Estado de Comercio-, pero según nuestras previsiones, antes se recuperarán las exportaciones que las importaciones. Creemos que incluso en un contexto de reducción de ambas partidas en los próximos meses, la aportación del sector exterior al crecimiento será positiva”.

Inversión exterior y estabilidad política

En el Ministerio de Industria. Comercio y Turismo tratan cada día con las empresas más afectadas por el golpe económico de la pandemia y tienen claro que “es el momento de las alianzas internacionales y el replanteamiento de las cadenas de valor, que es uno de los grandes impactos de esta crisis”. Otra cosa es que el Ministerio cuente con el suficiente peso dentro del Gobierno y los medios necesarios para poder llevar a cabo todo lo que plantea para frenar la que se viene encima ahora. “Es un Ministerio creado en esta legislatura a base de competencias que antes estaban dispersas, y eso cuesta un tiempo rodarlo bien, pero no hay razón por la cual este Ministerio no tenga que tener muchísimo peso”, explica Xiana Méndez, que descarta cualquier tipo de rivalidad con otros departamentos como el de Teresa Ribera, marcados por la transición ecológica y la sostenibilidad, que es hacia donde ahora se encamina casi toda la industria y las empresas. “Ese tipo de conceptos transversales están integrados ya en las empresas; no debiera haber ningún conflicto siempre que entendamos que a todo eso se llega de la mano del sector privado, en colaboración con el sector público, sin imposiciones y de forma gradual”.

Esa claridad con la que ve las cosas la responsable de Comercio es coherente con su percepción de que hay mucho dinero en fondos internacionales esperando invertir en España, algo imprescindible para crecer en una economía tan abierta. “Somos grandes receptores de inversión directa y en esta crisis vamos a ver como se resiente a corto plazo, en 2020, sin embargo nos consta que hay muchísimos proyectos sobre la mesa, productivos y con sectores e industrias que tienen mucho arrastre, como la propia automoción o la tecnología médica”. Una de las claves que se manejan en Comercio será la capacidad y el margen fiscal que España tenga de atraer fondos de la UE, y para eso hace falta tener proyectos, “y eso es lo que estamos haciendo ahora, presentando proyectos y programas de gasto de fondos europeos desde todos los departamentos ministeriales”.

Con ese cometido sobre la mesa, Xiana Méndez quita hierro a las discrepancias que puedan surgir en un Gobierno de coalición de cara a la estabilidad política necesaria para que lleguen nuevos proyectos: “Nunca nadie pensó que fuera ser fácil y se han logrado ya grandes consensos, como por ejemplo en el diálogo social”, asegura. “Mientras el objetivo sea el mismo, podrá haber voces discordantes y alguna salida de tono, pero en realidad estamos ante una empresa difícil que se está manejando bien”. Después de casi dos años en el cargo, advierte que “las empresas no preguntan tanto por la estabilidad política como por otros retos, como el diésel. España ha dado una lección en una transición suave en 2018, la de la moción de censura, que no fue tan disruptiva y sí un año bueno en términos económicos y en atracción de inversiones. Hay que asustarse lo mínimo imprescindible con esas cosas, porque luego España siempre sabe resolver las situaciones”.

El Brexit, la pesca  y defender a Iberia

Uno de los grandes retos que la Secretaría de Estado tiene sobre el tapate es la necesidad de negociar un acuerdo básico sobre el Brexit en mucho menos tiempo de lo que se había previsto, que ya era poco, a causa de la pandemia. El límite para decidir una prórroga de las negociaciones comerciales es el 30 de este mes y en la última reunión de la semana pasada, los avances fueron pocos. Méndez sabe que lo sensato sería aplazar todo a diciembre y confía en el Consejo Europeo de esta semana “donde se espera que haya decisiones”, pero se muestra segura con el mandato negociador de la UE, porque defiende las líneas rojas marcadas por España: la pesca, el transporte áereo, los servicios y la movilidad. “A ellos les interesa poner la presión política en el lado europeo, que lleguemos a noviembre y que la UE se vea presionada, habrá que jugar con eso de un lado y de otro”.

Aunque Reino Unido haya puesta también la pesca como una prioridad, parece que es más una táctica negociadora que un interés real en ese sector, como el que tiene España. El otro gran escollo a resolver es la situación de Iberia y las soluciones para que nos e quede como una línea área fuera de la UE. “Hay planes de todo tipo previstos para que eso no ocurra -explica Méndez-, las conversaciones con la empresa son continuas y estamos tranquilos en ese sentido porque no vamos a bajar la guardia”. España siempre ha dejado clara a la Comisión su postura y se entiende que un respaldo fuerte para Iberia, que no es la única compañía europea que está en esa situación. “Aunque no se mencione expresamente propiedad y control, en el mandato contiene que se van a negociar los términos condiciones para que Iberia mantenga su ‘estatu quo’ actual”, asegura la secretaria de Estado que se sienta en la mesa negociadora.

Otro gran frente abierto que se resolverá a finales de junio será el panel contra Boeing pro su conflicto contra Airbus, “que va a ser condenatorio para EEUU y abrirá la oportunidad de la UE imponga contramedidas frente a la subida de aranceles al vino y el aceite que sufrimos allí por eso”.

Covid y pequeño comercio

Si se pregunta a Xiana Méndez, más allá de las exportaciones y el Brexit, qué está haciendo su departamento por el pequeño comercio en plena pandemia y con la ruina que se les viene encima, la contestación es espontánea: “La pregunta es qué no hemos estado haciendo, porque ha sido el 90% de nuestro tiempo en los últimos meses. Con un marco jurídico cambiante cada dos semanas, y asimétrico según cada CCAA, ha habido que hacer muchas interpretaciones continuas para cada sector, autonomía o delegación de gobierno, incluidas cuatro conferencias sectoriales, guías de seguridad de todo tipo, de ventas, buzón de respuestas…hemos hecho de todo, pese a que solo tenemos la regulación básica, porque son competencias cedidas”.

A nivel general, en su departamento saben que la Covid ha acelerado el cambio que en el comercio minorista se venía gestando desde hace tiempo y que marca unas nuevas pautas con la irrupción del mundo digitalizado. “Es un paso costoso para los más pequeños y tenemos que ayudarles, bajo la premisa de que el comercio online todavía tiene que convivir con el físico e ir a una experiencia de consumo mejorada, algo en lo que cada tienda es un laboratorio sociológico distinto”.

De cara a la recuperación paulatina del sector minorista con la menor siniestralidad posible, para Xiana Méndez se trata de una cuestión de confianza. “El cliente todavía muestra miedo, y eso que ha habido un cambio grande de la fase 1 a la fase 2; con el paso del tiempo y demostrando que las empresas son capaces de poner en marcha protocolos de seguridad, a medida que el consumidor también se adapte, se generará esa confianza que hará que la gente vuelva a las terrazas y a los bares”.

El nexo de unión entre la gran economía global y el pequeño comercio para esta Secretaria de Estado vuelve a ser el virus, sobre todo el riesgo de que haya un rebrote, algo siempre imprevisible, por más que ahora estemos mejor preparados que hace tres meses y conozcamos mejor los protocolos. “La gente es consciente de las consecuencias terribles que tiene el virus y cerrar la economía, y de que no puede volverse a repetirse algo así, por eso está siendo responsable, aunque hablemos más siempre de los que no cumplen”.

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