Noriega está en Francia como "delincuente común" pero con un trato especial

Panamá.- El ex general panameño Manuel Antonio Noriega, extraditado de Estados Unidos a Francia para ser juzgado por lavado de dinero, se encuentra en ese país como un "delincuente común", aunque las autoridades francesas deben dispensarle un trato especial, denunció hoy su abogado en Panamá, Julio Berrío.

"Para los franceses (Noriega) es un delincuente común, ya no tiene los privilegios que disfrutaba en Estados Unidos por su condición de prisionero de guerra", declaró Berrío a Efe.

Noriega, que desde 1983 y hasta la invasión estadounidense de diciembre de 1989, en su condición de máximo jefe militar, fue el poder detrás de los gobiernos panameños de turno, se entregó a las tropas de EE.UU., por lo que en ese país se le debió dar tratamiento de prisionero de guerra.

Pero, aunque las autoridades francesas "no le van a reconocer el estatus de prisionero de guerra, sí le van a dar las garantías consagradas en la convención de Ginebra" para ese tipo de reos, ya que sin ese compromiso "no lo podían extraditar a Francia", agregó.

Eso supone que al antiguo "hombre fuerte" de Panamá "no lo pueden tener en una cárcel común (...) tiene que ser otro tipo de cárcel, una para prisioneros de cuello blanco" y, entre otras cosas, "tienen que poner un médico a su disposición", agregó Berrío.

Sin embargo, el ex general panameño, que fue expulsado de la milicia panameña tras su encarcelamiento en Estados Unidos, ya no podrá vestir el uniforme militar de su país en las audiencias judiciales, como hizo en sus comparecencias judiciales en Miami.

Sobre si en Francia se le dispensará a Noriega trato de ex jefe de Estado, Berrío dijo que esa "no es una cuestión que se va a enjuiciar desde esa perspectiva".

En vísperas de la invasión estadounidense, y tras haber dirigido el país de facto durante siete años, la Asamblea Nacional panameña otorgó al entonces jefe militar poderes de jefe de Gobierno que ejerció durante apenas cinco días, sin menoscabo al gobierno de turno del presidente Francisco Rodríguez, tutelado por los militares.

En Panamá hay quienes consideran que por tratarse de la decisión de un Parlamento que se mantuvo tras la anulación de las elecciones que en mayo de ese año ganó la Alianza Democrática de Oposición Civilista, no puede considerarse legal, aunque otros opinan que Noriega sí ejerció legalmente la jefatura del Estado unos días.

Berrío indicó que ya se le considere un gobierno de facto o de "iure" (conforme al derecho), a Noriega "no le van a quitar la condición de ex jefe de Estado, aunque haya sido efímera".

El abogado del ex general aseguró que en los veinte años que Noriega lleva tras las rejas, su salud se ha deteriorado mucho y que ha sufrido "dos infartos cerebrales" de los que, pese a haberse recuperado, le han mermado la movilidad.

Los familiares de Noriega temen, añadió, que la vida del ex militar peligre al someterlo a los rigores de un encarcelamiento "en las mazmorras que tienen los franceses", ya que, dijo: "no tienen nada que envidiar a las nuestras, que son iguales de malas o quizá peores".

Sobre su envío a Francia en lugar de a Panamá tras cumplir su condena por narcotráfico y blanqueo de dinero en EE.UU., el letrado dijo que es algo que no sorprendió a Noriega.

"Él me señaló que sabía bien que su situación era complicada, primero porque Panamá no quería su presencia y había llegado a ciertos acuerdos bajo la mesa con los franceses y los estadounidenses para que fuese enviado a ese país", declaró Berrío.

En Francia "se le ha condenado por las mismas cuentas por las que fue condenado en Estados Unidos (...) va a tomar varios meses hasta que se reconozca que las causas penales en Francia están prescritas" y que no se le puede juzgar de nuevo por lo mismo, agregó.

"El general Noriega va a estar un rato prolongado en Francia", aventuró su abogado en Panamá.