Nueve conclusiones políticas del día que transformó a los ayuntamientos españoles

España ha vivido un día histórico que ha transformado su fisonomía política y que ha golpeado con especial contundencia a los partidos tradicionales.Con la lógica alegría de unas fuerzas y la evidente decepción de otras, se abre un periodo de incertidumbre que definirá el resultado de los próximos comicios generales.

1. Rajoy tiene un problema, Rivera salva la cara y Pedro Sánchez apuesta por Podemos

El reparto de los principales Ayuntamientos de España ha evidenciado lo que es la política: las listas más votadas no son las que gobiernan, la culturas de los pactos se hacen en España en 24 horas porque el poder es lo que cuenta, Rajoy tiene un serio problema dentro y fuera de su partido, Rivera logra salvar la cara y Pedro Sánchez reparte poder para llegar a la presidencia. Pablo Iglesias intentará llegar a la misma a través de marcas blancas y si no, será la muleta del PSOE. La conclusión tras el 24 M es que la izquierda se une para desbancar al PP que solo encuentra auxilio en Ciudadanos. El PP tendrá 17 alcaldes de capitales de provincia, frente a 43 que logró en las anteriores municipales, mientras que el PSOE tendrá 16 en lugar de nueve.

2. Susana Díaz se venga del PP en Andalucía... y Ciudadanos salva de la humillación a Moreno

En estas estamos cuando tras el 24 M algunas cosas han quedado claras. Si no llega a ser por Ciudadanos el descalabro del PP aún habría sido mayor. En Andalucía Susana Díaz ha consumado su venganza pactando con todos para echar al PP de las alcaldías. Caro ha pagado el PP su reto de no apoyar a la lideresa sabiendo que era el primero al que no le convenía unas nuevas elecciones. Miras cortas se llama a eso.

Ha salvado el PP Almería, Jaén, Granada y Málaga gracias a Ciudadanos, que de la mano de Rivera ha sabido salvar la cara. Apoyo a Susana y a alcaldes del PP. Centralidad. En el camino el PP se deja un bastión como Sevilla y vuelve a dejar la sensación de que en Andalucía no tiene un líder ganador ni un partido con fuerza tras perder las ganas tras la victoria amarga de Arenas.

3. Rajoy debe ganarse a Ciudadanos, a la ciudadanía y su gente que le ha abandonado

Rajoy deberá ganarse a Ciudadanos si quiere volver a ser presidente y demostrar que la política es algo más que cifras si desea recuperar a más de dos millones de votantes que esperan una excusa para volver a confiar en el PP. No lo han hecho porque hizo lo contrario que prometió recordando más a ZP que a Aznar.

Subir los impuestos, no hacer una verdadera reforma de la administración, defenestrar a Gallardón por el aborto, poner en marcha una amnistía, hacer de su capa en sayo con la ley de estabilidad presupuestaria, La reacción del PP ha sido lamentable en los temas de corrupción. Cerrarse en banda y mandar mensajes de ánimo por SMS no son el camino.

Cierto que los datos macro mejoran y que Europa no quiere sobresaltos, pero Rajoy debe dar menos cifras y más esperanza, articular un mensaje político e ideológico y hacer política. Y poner en práctica políticas y reformas liberales que le desmarquen claramente del resto. No es un problema de comunicación sino de falta de credibilidad. Lo que hace Rajoy lo hace a pesar de Rajoy y anunciando que no es lo que quería. Es hora de hacer lo que quiera hacer y explicar con cercanía el por qué.

4. El azote de la corrupción desbanca al PP de Valencia mientras Barberá hace la compra

En Valencia han pagado más que cara su suficiencia. Barberá estaba haciendo la compra, tras presumir de gestión, mientras ocupaban su lugar en el Ayuntamiento. No ha querido el asiento de la oposición Barberá tras su mítica frase "¡qué hos...!"

El año en el que la hasta ahora alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ha dejado de tener la mayoría 'absoluta' en el 'cap i casal', que le ha llevado a renunciar a liderar la oposición en el consistorio, ha sido el que también se ha visto inmersa en algunas polémicas que han afectado a su imagen pública, en especial, su patético discurso en el acto de la 'Crida' de las Fallas y las facturas publicadas en la web 'Ritaleaks', dadas a conocer públicamente por quien será su sustituto en el consistorio, Joan Ribó, y que reflejan gastos del equipo de gobierno que están siendo investigados por la Fiscalía. Ribó, ha dicho que no quiere la vara de mando de la ciudad porque no son sus formas pero ha pactado con todos para lograrla. El PP ha ardido cual falla en Valencia tras años de dominio absoluto.

5. Pedro Sánchez reparte poder para consolidarse y confía en Podemos para gobernar España

Pedro Sánchez ha hecho lo contrario de lo que prometió y empieza a seguir la senda de los zapateristas del PSOE, que sigue habiendo, con el expresidente haciendo lobby para ir de la mano de Podemos. De ZP, mejor líder de la oposición que presidente, el hombre que perdió el talante en el camino se esperaba, de Pedro no. Se le aupó al PSOE para evitar a Madina, en teoría más izquierdista. Menos mal.
Pedro Sánchez ha visto que repartir poder era la mejor manera de mantener el suyo y no tener rival en unas primarias que pueden ser un chiste en el PSOE. Sánchez no ve a Podemos como un rival en las generales (salvo que se disfrace como en Madrid) y ha pasado de denostar su populismo a hablar de cambio de izquierdas. Confia en una amalgama de izquierdas que le lleve a la Moncloa. Eso deja ver que no confía en que el PSOE lo vaya a lograr por sí solo. Con el PSC deambulando en Catalunya lo tiene imposible. Así que el PSOE se tira al monte con la esperanza de que Podemos sea más muleta que estoque.

6. El PNV domina el País Vasco desde la moderación pero se la juega al PSOE y las mareas dejan tocado a Feijóo

Dos datos son esclarecedores de lo tenso del momento. El PNV ha logrado más poder que nunca en el País Vasco cuando su perfil ha sido más moderado. Urkullu aprendió de la catástrofe Ibarretxe aunque entre sus filas pueda haber nostálgicos como en Andoian, donde se la han jugado al PSE que se la ha devuelto, sin resultado, en Vitoria. La irrupción de las candidaturas de unidad, que en Galicia se han bautizado mayoritariamente como Mareas, ya han cambiado el mapa político de la comunidad. En tres de las siete principales ciudades el bastón de mando ha pasado este sábado del PP a una de estas formaciones políticas. Martiño Noriega (Compostela Aberta) en Santiago de Compostela, Xulio Ferreiro (Marea Atlántica) en A Coruña y Jorge Suárez (Ferrol en Común) en Ferrol se han proclamado nuevos alcaldes tras cuatro años de mayoría popular. Solo en Ourense el PP se ha mantenido firme. Malo para Feijoo que se presumía como el delfín del PP.

7. Pablo Iglesias capitaliza el triunfo de Carmena para intentar el asalto a la Moncloa con marcas blancas

Carmena dijo que no era de Podemos pero la foto del balcón de Pablo Iglesias, el recuperado para el momento Monedero y Errejón, aplaudiendo su nombramiento y el uso sin rubor de su victoria por parte de su formación es evidente. Iglesias se ha dado cuenta de que su marca asusta pero las agrupaciones de ciudadanos, aunque sean comandadas por su organización no. A la espera de fagocitar del todo a IU (Garzón lo pondrá fácil) Iglesias intentará asaltar los cielos galopando a lomos de otros. ¿El PSOE? Acepta el reto con la idea de domesticar a lo que eran mucho más que 'frikis'. Ojo porque en las grandes capitales de provincia son las mareas o agrupaciones ciudadanas las que han tomado el mando con Madrid, Zaragoza y Barcelona como referentes.

8. Rivera salva la cara y apuesta por la centralidad con demasiada galería

Demasiado juego floral el de Ciudadanos para acabar haciendo lo lógico. Repartir poder para no significarse en exceso y no ser la muleta de nadie aunque el que verdaderamente lo necesita y con quien más afinidad programática tiene es con el PP. Puede depender de Rivera que Rajoy sea otra vez presidente. Y en ese caso son muchos los que piensan que Rivera puede hacerlo factible. Todo depende de que el PP no se lo ponga imposible obviando la corrupción o diciendo que todo va bien. Catalunya va a ser vital porque ahí Ciudadanos puede sorprender. Rivera podría optar por ser la cara en las dos elecciones (generales y catalanes) lo cual minaría su imagen y dejaría a su partido evidenciando lo que es su principal lastre: que tiene pocos cuadros y poca gente. Sí sería bueno restar un punto de teatralidad en los pactos. Demasiada galería crea expectativas excesivas.

9. Badalona, Pamplona... algunos temores que no son infundados

En democracia hay que temer la intolerancia y el odio al otro más que a las propuestas imposibles que luego son eso, imposibles. Tras los pitos que ya llegan al fútbol, Badalona ha vivido una guerra de banderas y de insultos, Pamplona ha visto a Bildu en el poder mientras los insultos a UPN han sido constantes. Partir la sociedad y enconar posturas nos acerca a la España que repudiaba Ortega y nos aleja de aquella que fue capaz de dejar de mirarse el ombligo, entrar en Europa y creer en sí misma. Está claro la que hay que escoger, los primeros los jóvenes que nunca han vivido en esa España en la que una bandera o una opinión eran respondidas con un insulto o un palo.