Una serie de diputados del principal partido de oposición probablemente podría negarse a apoyarlo en su oposición a una medida gubernamental que requiere mantener un superávit presupuestario en condiciones económicas "normales".
Corbyn fue elegido con un enorme apoyo de los militantes de base por su oposición a la austeridad presupuestaria, para desespero de los parlamentarios laboristas más centristas.
Su mano derecha, el portavoz de finanzas John McDonnell, dijo inicialmente que el laborismo apoyaría la moción, pero el lunes, en una reunión de trabajo, dio instrucciones a sus parlamentarios para que votaran en contra, provocando reacciones de indignación.
Un exministro, Ben Bradshaw, salió de la reunión hablando de un "jodido desastre total" y otra figura importante del partido, Mike Gapes, dijo que el partido "no es claro en política económica ni tiene un liderazgo creíble".
McDonnell acusó al primer ministro, David Cameron, y al ministro de Finanzas, George Osborne, de plantear el voto como una trampa política para el laborismo, al que quiere caricaturizar como un partido derrochador e incapaz de cuadrar las cuentas públicas.
En la sesión de preguntas semanal al primer ministro, este miércoles, Cameron hurgó en la herida invitando a los parlamentarios laboristas desilusionados con Corbyn y McDonnell a votar con el gobierno.
"Esta noche vamos a votar sobre si después de ocho o nueve años de fuerte crecimiento económico, debemos tener un superávit en vez de un déficit", dijo Cameron.
El gobierno de Cameron planea recortar 37.000 millones de libras esterlinas de gasto público (49.900 millones de euros, 57.000 de dólares) en los próximos cinco años, incluyendo 12.000 millones de libras en asistencia social.
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