Obama busca definir el terreno para las elecciones de 2016

  • Consciente de que no llegará en su mandato a grandes acuerdos con un Congreso adverso, el presidente de EE.UU., Barack Obama, empleó su discurso de este martes para definir el debate previo a las elecciones presidenciales de 2016, con la esperanza de rematar su legado con un nuevo demócrata en el poder.

Lucía Leal

Washington, 21 ene.- Consciente de que no llegará en su mandato a grandes acuerdos con un Congreso adverso, el presidente de EE.UU., Barack Obama, empleó su discurso de este martes para definir el debate previo a las elecciones presidenciales de 2016, con la esperanza de rematar su legado con un nuevo demócrata en el poder.

El sexto discurso sobre el Estado de la Unión de Obama recuperó la narrativa que impulsó sus dos campañas presidenciales, la de una economía centrada en la clase media, con un mayor énfasis en el largo plazo que en los logros legislativos que espera alcanzar en los dos años que le quedan en la Casa Blanca, según expertos.

"Este fue un discurso muy orientado a 2016", dijo hoy Elaine C. Kamarck, una experta en estudios sobre gobiernos en el centro de estudios Brookings, en una conferencia sobre el discurso.

"El presidente ha tomado una decisión, consciente o inconsciente, de que ésa es la forma en la que puede labrarse un legado: abriendo la puerta al éxito (demócrata) en 2016", añadió Karmack.

No en vano, tanto la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, considerada la favorita en la carrera de primarias demócratas que se abrirá este año, como la senadora Elizabeth Warren, abanderada del ala más liberal del partido, se apresuraron a respaldar en la red social Twitter las ideas expresadas por Obama.

El discurso "señaló el camino hacia una economía que funcione para todos. Ahora tenemos que ponernos a ello y conseguir resultados para la clase media", escribió Clinton, que ha prometido anunciar este año si compite o no por la candidatura demócrata para 2016.

Warren, que insiste en que no tiene ambiciones presidenciales pero sigue despertando expectación por revitalizar la agenda del ala izquierda del partido, celebró el "gran discurso" de Obama y se mostró comprometida a "trabajar con la Casa Blanca para construir una economía que funcione para todas las familias".

Sus potenciales rivales republicanos, los exgobernadores Jeb Bush y Mitt Romney, eligieron la red Facebook para reaccionar al discurso de Obama: el primero criticó al mandatario por "usar el código fiscal para dividir" a los estadounidenses, y el segundo lo acusó de estar "más interesado en ganar elecciones que en ganar avances".

Según William Galston, también experto de Brookings, la gran cuestión antes del discurso era "qué tipo de equilibrio iba a alcanzar el presidente entre su deseo de marcar el terreno de juego para las elecciones de 2016 y el de mejorar las perspectivas legislativas en el Congreso republicano en 2015".

"(Obama) se inclinó significativamente más en la dirección de 2016 y se alejó más de (su agenda para) 2015 de lo que esperaba", agregó Galston, un exasesor del expresidente demócrata Bill Clinton (1993-2001), en la conferencia organizada por Brookings.

Según Kamarck, esa estrategia de sentar las bases "para que tu partido gane un tercer mandato" consecutivo en el poder ya la ejercitó con éxito el republicano Ronald Reagan (1981-89), que en su segundo mandato preparó al país para la victoria de su vicepresidente, George H. W. Bush, en las elecciones de 1988.

Con la que quizás fuera la frase más rotunda del discurso -Estados Unidos "ha pasado página" de la recesión y las guerras de Irak y Afganistán-, Obama buscó perfilar los avances registrados durante su Administración al tiempo que preguntaba al país "quién quiere ser durante los próximos 15 años, y las décadas siguientes".

Para Dan Balz, un columnista del diario The Washington Post, Obama está "convencido de que la agenda que ha definido puede colocar a los demócratas en una posición más fuerte al inicio de la campaña de 2016".

"Si su legado presidencial reside en parte en la capacidad de los demócratas de retener la Casa Blanca en 2016, el discurso del martes fue el argumento inicial" para ese objetivo, escribió hoy Balz en el diario.

Kamarck, por su parte, tiene claro que este discurso del Estado de la Unión fue en cierto sentido el "último" de la presidencia de Obama, porque el que pronunciará a comienzos de 2016 "se leerá en el contexto de dos carreras presidenciales muy competitivas", la de las primarias demócratas y la de las republicanas.

Quizá por eso, Obama sonó especialmente optimista y orgulloso en su discurso del martes, y no dudó en dejar claro a los republicanos que, si ya no tiene más campañas que librar, es únicamente porque ya ganó las dos a las que se ha presentado.

Y parece dispuesto a ayudar a otros a hacer lo mismo.

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