Obama extiende por un año las sanciones contra Siria

  • Washington.- La Casa Blanca extendió hoy por un año las sanciones contra Siria, acusando a Damasco de apoyar a organizaciones terroristas y de perseguir armas de destrucción masiva y programas de misiles balísticos.

Washington.- La Casa Blanca extendió hoy por un año las sanciones contra Siria, acusando a Damasco de apoyar a organizaciones terroristas y de perseguir armas de destrucción masiva y programas de misiles balísticos.

Esta renovación de las sanciones contra Siria, que el presidente estadounidense, Barack Obama, emite mediante orden ejecutiva en una notificación al Congreso, es un procedimiento rutinario que se repite cada año por exigencias del brazo legislador.

En su orden, Obama indica que, aunque el Gobierno de Siria ha registrado progresos a la hora de impedir la entrada de combatientes extranjeros en territorio iraquí, "sus acciones y políticas, incluido el apoyo continuo a organizaciones terroristas, su estrategia de perseguir armas de destrucción masiva y programas de misiles, siguen siendo una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional, la política exterior y la economía de EE.UU.".

Obama indica que Washington "evaluará cambios en las políticas y acciones del Gobierno de Siria a la hora de determinar si continúa o termina las sanciones en el futuro y "valoraría progresos por parte de Damasco en estos asuntos".

Las sanciones fueron impuestas por primera vez en 2004 por considerar a Siria un Estado patrocinador del terrorismo. Fueron extendidas en 2006 y endurecidas al año siguiente así como en 2008, todo bajo el mandato del ex presidente George W. Bush.

La renovación de las sanciones se produce en un momento en el que el Gobierno estadounidense ha iniciado un diálogo diplomático directo con Damasco y propuesto a Robert Ford como embajador en Siria, con lo que volverá, si el Senado de EE.UU. confirma su nombramiento, un jefe de misión a ese país cinco años después de haber sido retirada la anterior responsable de la legación.

Washington no ha destinado un embajador a Siria desde 2005, cuando el anterior Gobierno retiró a la entonces encargada de la delegación diplomática en Damasco, Margaret Scobey, en protesta por el asesinato del ex primer ministro libanés Rafic Hariri, un crimen que líderes libaneses creen que tiene el sello del régimen sirio.

Estados Unidos citó el 19 de abril al número dos de la embajada siria, Zouheir Jabbour, al Departamento de Estado para quejarse del "comportamiento provocativo" de Damasco con relación a la supuesta transferencia de armas al grupo chií libanés Hizbulá.

Una semana antes, el presidente israelí, Simon Peres, dijo en París, donde se encontraba en visita oficial, que Siria había facilitado misiles Scud a este grupo terrorista.

Damasco negó el día 15 estas acusaciones.

También el secretario de Defensa de EE.UU., Robert Gates, acusó la semana pasada a Irán y a Siria de suministrar a Hizbulá armas cada vez más sofisticadas.

En una rueda de prensa conjunta con su homólogo israelí, Ehud Barak, con quien se reunió en el Pentágono, Gates indicó que "Siria e Irán están proveyendo a Hizbulá cohetes y misiles con una capacidad cada vez mayor".

Por otra parte, el año pasado el jefe del Mando Conjunto Central de EE.UU., David Petraeus, pidió a Siria que tome "acciones inmediatas y decisivas" para impedir la entrada de combatientes extranjeros en territorio iraquí.

Además, advirtió que la vía por la que miembros de la red terrorista Al Qaeda entran por Irak a través de Siria "ha sido reactivada".

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