Obama firma la histórica ley de reforma sanitaria

  • "Estoy firmando este proyecto de ley en nombre de mi madre, que sepeleó con las compañías de seguros aún cuando luchaba contra el cánceren sus últimos días", ha afirmado el presidente estadounidense en la ceremonia con congresistas.
La firma de la Sanidad
La firma de la Sanidad
Reuters

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha firmado este martes la histórica ley de reforma sanitaria, una victoria ganada con esfuerzo que ayudará a forjar su legado y las oportunidades de los demócratas para mantenerse en el poder en el Congreso.

Tras firmar el proyecto - diseñado para reformar el sector de la salud de 2,5 billones de dólares - Obama ha hecho un discurso en una ceremonia con congresistas, en la culminación de una campaña de un año que ha hecho caer sus niveles de aprobación.

"Hoy, casi un siglo después de intentarlo, hoy, después de casi un año de debate, hoy, después de que todas las votaciones han cuadrado, la reforma del seguro sanitario se convierte en ley en Estados Unidos", ha dicho en la ceremonia en la Casa Blanca.

"Estoy firmando este proyecto de ley en nombre de mi madre, que se peleó con las compañías de seguros aún cuando luchaba contra el cáncer en sus últimos días", dijo.

Los republicanos dicen que su malestar por la aprobación del proyecto, al que se opusieron, podría reducir las probabilidades de trabajar con los demócratas en otros ámbitos como la ley de cambio climático y la reforma de la inmigración.

La aprobación del proyecto también permitirá que Obama dedique tiempo a otras prioridades, incluyendo un fuerte impulso para la aprobación en el Congreso de un plan para reformar y fortalecer las regulaciones financieras.

Sus ayudantes han descrito un ambiente de euforia en la Casa Blanca después de que la Cámara de Representantes aprobara por un escaso margen la iniciativa, que los analistas habían pronunciado como casi muerta hace sólo unas semanas. Obama arriesgó su reputación y puso toda su energía en la aprobación del proyecto, llegando a cancelar un viaje a Indonesia y Australia.

La reforma extenderá la cobertura de salud a 32 millones de estadounidenses, ampliará el plan de salud de Gobierno para los pobres, impondrá nuevos impuestos a quienes tienen mayores ingresos y prohibirá prácticas como el rechazo de cobertura a las personas con condiciones médicas preexistentes.

Su intensa atención hacia el tema le provocó las críticas de algunos demócratas que se mostraron preocupados por la posibilidad de que la reforma sanitaria se estuviera convirtiendo en una distracción de la necesidad de reparar la economía y crear más empleos.

Pero con un importante logro en sus manos, Obama ahora podrá responder a los críticos que han sugerido que tiene poco que exhibir tras 14 meses en el cargo.

"Sin remordimientos"

"No tengo remordimientos. Ni tampoco tengo miedo a noviembre debido al resultado", dijo David Axelrod, alto asesor de Obama en el programa "The Early Show" de la cadena CBS.

Sin embargo, la victoria podría tener un coste. Los estadounidenses se han mostrado poco entusiastas respecto a la reforma y los republicanos esperan aprovecharse de esto en las elecciones legislativas de noviembre, donde tratarán de superar o al menos reducir las mayorías demócratas en el Senado y en la Cámara.

Los republicanos han prometido intentar revocar la reforma del sistema de asistencia médica. La ceremonia posterior a la firma y un viaje planeado de Obama a Iowa el jueves le darán una oportunidad para celebrar la victoria y para tratar de convencer a los estadounidenses sobre los beneficios de la iniciativa.

La reforma marca el mayor cambio en el sistema sanitario estadounidense desde la creación en 1965 del programa Medicare para jubilados y discapacitados, y cumple un objetivo que los demócratas no habían logrado alcanzar desde el intento fallido de reforma del presidente Bill Clinton en 1994.

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