Ocho años de prisión para dos etarras por atentar contra las obras del TAV

  • La Audiencia Nacional ha condenado a ocho años de cárcel por los delitos de tenencia de explosivos y daños de carácter terrorista a los etarras Ibon Iparraguire Burgoa y Asier Badiola Lasarte, que atentaron con dos artefactos explosivos contra las obras del Tren de Alta Velocidad (TAV) en mayo de 2008.

Madrid, 22 sep.- La Audiencia Nacional ha condenado a ocho años de cárcel por los delitos de tenencia de explosivos y daños de carácter terrorista a los etarras Ibon Iparraguire Burgoa y Asier Badiola Lasarte, que atentaron con dos artefactos explosivos contra las obras del Tren de Alta Velocidad (TAV) en mayo de 2008.

Los dos etarras, integrantes del 'comando Tontor' de la banda terrorista, colocaron los artefactos en dos excavadoras de la empresa "Construcciones Amenabar", que estaban trabajando en las obras del TAV a su paso por Hernani (Guipúzcoa).

La explosión causó desperfectos en la maquinaria por un valor de 127.581 euros, así como en un taller y en un caserío cercanos.

Ambos artefactos, fabricados en el domicilio de Iparraguirre en Ondarroa, contenían 1,5 kilos de amonal cada uno y se habían programado para que estallaran a las 2:30 de la madrugada del 12 de mayo de 2008.

Tras la explosión, Iparraguirre comunicó el atentado a la DYA mediante una llamada realizada desde una cabina telefónica de Hernani, siendo reivindicado posteriormente en nombre de ETA a través del diario Gara.

Ibon Iparraguirre guardaba en su domicilio de Ondarroa y en un pinar cercano, material para la fabricación de explosivos -pentrita, nitrato de amonio y polvo de aluminio-, una pistola y un revólver con su munición, temporizadores y dispositivos electrónicos con el anagrama de ETA y cordón detonante.

Según la sentencia, todo el material intervenido en los zulos corresponde con el utilizado para la elaboración de los artefactos que estallaron en las obras del TAV.

En su declaración ante el juez instructor del caso, Iparraguirre reconoció además la participación en los hechos de los dos procesados y subrayó que el Tren de Alta Velocidad era un "objetivo prioritario" de ETA.

Además de la condena de ocho años de prisión, la sección segunda de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional condena a los dos terroristas a la pena de quince años de inhabilitación absoluta.

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