"Ocho apellidos vascos" ayuda a Euskadi a reírse de sí misma

  • La divertida e improbable historia que Emilio Martínez-Lázaro cuenta en "Ocho apellidos vascos" ha conseguido que en Euskadi se acuda en masa al cine para "desdramatizar" su situación política y reírse de una sucesión de gags que parodian sus costumbres y formas de ser.

Vitoria/San Sebastián, 29 mar.- La divertida e improbable historia que Emilio Martínez-Lázaro cuenta en "Ocho apellidos vascos" ha conseguido que en Euskadi se acuda en masa al cine para "desdramatizar" su situación política y reírse de una sucesión de gags que parodian sus costumbres y formas de ser.

Pero los vascos llevan unos años demostrando que no tienen complejos de reírse de sí mismos, como demostró el éxito de "Vaya Semanita", un programa de humor de la televisión autonómica ETB sobre la vida cotidiana que rompió el hielo al abordar temas tabúes como el terrorismo y la violencia callejera, llevados al ridículo en muchos casos.

La novedad radica en el formato -ahora se apuesta por un largometraje- y en el público al que se dirige, según explica a Efe el profesor de la Universidad del País Vasco Carmelo Moreno.

"'Vaya Semanita' estaba pensado para ser visto en Euskadi, aunque luego se ha convertido en un formato muy conocido en toda España por los programas de 'zapping', la TDT y el envío viral de vídeos. Lo novedoso de la película es que no está pensada solo para que la vean los vascos, sino también el público de fuera", indica Moreno.

En todo caso, no cree que el filme, que ha recaudado más de diez millones de euros en solo dos semanas, hubiera tenido el mismo éxito cuando ETA seguía activa, porque la vasca es una sociedad a la que le cuesta superar tabúes.

No comparte esta idea el portavoz del PP en el Parlamento Vasco, Borja Sémper, que opina que "probablemente" la película hubiera funcionado igual hace unos años, "porque 'Vaya Semanita' ya tenía éxito" antes de que la banda terrorista renunciara a la violencia.

"Se hubiera producido la misma reacción, porque la necesidad de los vascos de reírnos de nosotros mismos y de desdramatizar algunas cosas era la misma", apunta.

En esa línea, el parlamentario socialista Bixen Itxaso recuerda que ambas producciones comparten guionistas, Borja Cobeaga y Diego San José, y que gags como los de la película "se producían en épocas de violencia activa".

También Norberto Aldaiturriaga, representante del PNV en la Cámara de Vitoria, aboga por "no confundir una obra elaborada para entretener con los problemas reales que existen en la sociedad".

Sin embargo, la imagen caricaturizada de los vascos en el filme, y también de los andaluces, no ha sentado bien en algunos sectores de la sociedad vasca, en especial en la izquierda "abertzale".

Su periódico de referencia, Gara, censuró muchos aspectos de la película, como su humor "regionalista" con raíces en "los mismos chistes sobre vascos y andaluces que se contaban durante el franquismo", y el "despropósito" de que "intérpretes que no son vascos jueguen a hacer de vascos".

Para el profesor de la UPV, estos comentarios son "un patinazo". "Hacer crítica contra el humor poniéndote solemne es ridículo, sobre todo cuando la clave de esta película es que los guionistas son vascos, y eso blinda cualquier sospecha", argumenta.

Sémper (PP) piensa que son "los sectores más rancios de la izquierda 'abertzale'" los que "no toleran las bromas a su costa", y Aldaiturriaga (PNV) no entiende que nadie pueda sentirse ofendido.

Por su parte, Itxaso (PSE) apunta que "reírse de uno mismo es una señal de inteligencia" y está convencido de que "mucha gente" de esa sensibilidad política ha visto la película y se ha divertido con ella.

No es el caso de los parlamentarios de EH Bildu que, al menos hasta ayer, no habían acudido al cine a ver "Ocho apellidos vascos", aunque es cierto que sólo han pasado quince días desde su estreno.

Quienes sí lo han hecho coinciden en que no pasará a la historia por su calidad cinematográfica, pero también destacan que "la sucesión de gags gamberros" cumple su objetivo de entretener y hacer reír al público.

El director de la Filmoteca Vasca, Joxean Fernández, está "bastante" interesado en el "fenómeno" de esta cinta, "tanto desde el punto de vista cinematográfico como sociológico".

Opina que es una película "que enlaza con otras que utilizan los estereotipos estirados al máximo como fuente de humor", lo que ha funcionado muy bien en otros casos, como en el de la francesa "Bienvenidos al norte".

"Por otra parte, incluye una novedad y es que la distancia entre lo que nos podríamos haber reído de lo vasco y los que realmente nos hemos reído con ello en el cine era tan enorme que seguramente Borja Cobeaga y Diego San José han encontrado un filón. Creo que empezamos a reírnos de eso y lo estamos haciendo con bastante naturalidad", subraya.

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