Había miedo de contagio

Del odio al madrileño al deseo turístico: las CCAA reculan en su veto a la capital

Los presidentes de Galicia o Asturias alertaron de los riesgos de permitir viajes a comunidades en otras fases pero el sector y los alcaldes insisten en la importancia de los visitantes que vienen del centro. 

El precio del alquiler en primera línea de playa desciende en Galicia un 20% con respecto a 2008
Las playas del norte son destino habitual de madrileños cada verano.
L.I.

"Nosotros tenemos ya reservas de madrileños, ingleses... Yo no tengo madrileñofobia, aquí todo el mundo es bienvenido, más tenían que venir". Katrin regenta un pequeño hotel, Bista Eder (Vista Hermosa) en Hondarribia (Gipuzkoa). Un pueblo marinero, en la desembocadura del Bidasoa, fronterizo con Francia y en el que veranean desde "hace muchos decenios" miles de madrileños que incluso tienen en este precioso enclave a orillas del Cantábrico su segunda residencia. "Aquí, en el pueblo, nadie habla de esto de la madrileñofobia. Yo lo único que sé es lo que he visto en la televisión y en las redes sociales. Estamos encantados de que vengan, como siempre. Vivimos de las personas que nos visitan", sentencia la propietaria de Bista Eder.

Las palabras de algunos presidentes autonómicos, caso del popular Alberto Núñez Feijoo (Galicia) o el socialista Adrián Barbón (Asturias) en la reunión del pasado domingo con Pedro Sánchez, en la que pidieron limitar, de alguna manera, los viajes desde las comunidades autónomas que más han sufrido la pandemia de la Covid 19, como son Madrid o Cataluña, han levantado una auténtica tormenta. A la moda se apuntó también el murciano Fernando López Miras, del PP. López Miras ya se mostró indignado por los viajes a la costa de ciudadanos madrielños al inicio de la pandemia, y ahora ha comentado que le "preocupa que se posibilite la movilidad entre comunidades que están en diferente fase de desescalada". 

Incluso, en las redes sociales se han hecho virales hashtags como #HartosdeMadrid o #MadrileñosGoHome. Y es que tanto ciudadanos como líderes de otras autonomías han cuestionado que los residentes en la capital puedan desplazarse a otros territorios. Pero los ‘temores’ de algunos dirigentes autonómicos y algunos ciudadanos sobre la llegada de madrileños a sus territorios, una vez que este sábado finalice el estado de alarma y se abran las ‘fronteras’ internas dentro de España, han chocado de lleno con los intereses del sector turísitico. Y es que los ciudadanos madrileños se gastaron en viajes por España 6.363 millones de euros en 2019 según la Encuesta de Turismo de Residentes del INE

Por poner como ejemplo a las regiones citadas, los ciudadanos residentes en Madrid se dejaron en viajes el pasado año a Galicia, 377 millones de euros en más de un millón de viajes; 294 en Asturias, en 903.000 viajes; en el País Vasco, 234; y 156 en Murcia. Las dos regiones donde más gastaron los madrileños fueron Andalucía, con 1.318 millones de euros, y la Comunidad Valenciana, donde se gastaron 1.091 millones de euros.

La presidenta de la Comunidad de Madrid ha asegurado esta semana que le "duele" la "madrileñofobia", aunque ha asegurado que entiende que haya dirigentes preocupados por posibles rebrotes, pero "es injusto que se piense que los nuevos casos los vayan a llevar los madrileños que han hecho un gran esfuerzo" para contener la pandemia. Madrid está en situación de poder moverse con total normalidad" y "me ofenden profundamente esos mensajes porque el virus no entiende de regiones sino de distancia social y de prevención", sentenció la presidenta de Madrid. 

A su vez, el vicepresidente Ignacio Aguado (Cs) fue más allá y habló de "racismo y xenofobia" hacia los ciudadanos madrileños. El alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, ha sido algo más conciliador hasta el punto de afirmar que "Feijóo no ha hecho un ejercicio de madrileñofobia sino de cautela, prudencia y responsabilidad, y estoy seguro de que frente a determinadas opiniones aisladas los madrileños seremos bien recibidos allá donde vayamos". El presidente gallego matizó hace dos días sus cautelas sobre los viajes de los madrileños a Galicia y dijo que "quiero dejarlo de forma clara: Galicia quiere y necesita el turismo y muy especialmente el turismo de mayor competencia y de mayor valor añadido que es el de las personas que vienen de Madrid a visitarnos, que tienen sus casas aquí. Queremos que vuelvan". Tras lo que señaló: "si vienen 30 días o mes y medio, mejor", pero "no admito que se haga demagogia con la salud". 

El presidente asturiano, por su parte, aseguró este jueves que "decir que todas las comunidades autónomas deberían de pasar por la fase 3 del plan de desescalada antes de recuperar la movilidad, como garantía sanitaria, es para algunos 'madrileñofobia'", pero de lo que se trata es de "defender los intereses de Asturias, la salud de nuestra ciudadanía y pedir igualdad de trato para todas las comunidades autónomas". Para Adrián Barbón "Asturias es una tierra acogedora, y lo va a seguir siendo", explicó, "pero el miércoles un político madrileño vino a decir que éramos unos catetos por defender y proteger la salud de nuestra gente y apelar a la prudencia en la movilidad. Lo reprochable no es defender a tu gente, lo reprochable es creer que todo empieza y acaba en la política madrileña, cuando no es así", sentenció. 

Las palabras de Feijóo y Barbón tuvieron rápida contestación por parte de los alcaldes de las dos principales ciudades de Galicia y Asturias. Vigo y Gijón, dos de los principales destinos turísticos de su Comunidad. Así, el alcalde de Vigo y presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias, Abel Caballero (PSOE), considera que "estas declaraciones de Feijóo demonizando a ciudadanos de Cataluña y Madrid y pidiendo que no viajen a ningún sitio, y menos a Galicia, son lamentables. Son xenófobas". Mientras, la edil gijonesa, Ana González (PSOE), asegura que en su ciudad no hay "madrileñofobia" y que "no me gusta que se prohíba a las personas acudir a un destino. No se puede decir a las personas que no vengan a Gijón y a los cuatro meses o dentro de un año rogarles que vengan para compensar los daños del turismo. Yo prefiero acoger a las personas. A mí me gusta que la gente venga a la ciudad". 

José regenta una sidrería en el barrio de Cimadevilla de Gijón, junto a la playa de San Lorenzo. "Aquí no le negaremos un culín de sidra a nadie. Sea madrileño o catalán. Que vengan, necesitamos que vengan y se reactive el turismo y las visitas. Que vengan con mascarillas, respetando las medidas de seguridad, pero que vengan", explica. 

La Comunidad Valenciana es el segundo destino turístico, tras Andalucía, de los madrileños dentro del territorio español. Y en ella, Cullera se puede considerar la ‘zona cero’ del turismo madrileño, sobre todo el familiar, en la comarca de la Ribera Baja. Luisa, una madrileña de 39 años con dos hijas de 15 y 13 años, es propietaria de un apartamento en esta localidad costera valenciana que, como miles de madrileños, utiliza como segunda residencia y lugar de vacaciones. 

"Confieso y pido disculpas por ello", explica, "que cuando cerraron los colegios en Madrid, a principios de marzo, yo ya estaba teletrabajando, y cogí el coche, a mis hijas, y nos fuimos para Cullera. Enseguida me dí cuenta de que cometí un error y pido disculpas por ello. Casi sin deshacer las maletas nos dimos la vuelta y ese mismo sábado, antes de decretarse el estado de alarma, estábamos de vuelta en Madrid para pasar el confinamiento", explica arrepentida. Pero "ahora iremos a Cullera a pasar el verano, como siempre, y espero ser recibida como todos estos años. No creo que haya ‘madrileñofobia’. Cumpliremos las medidas de seguridad e higiene y trataremos, dentro de lo posible, de pasarlo bien”, asegura. "No hacemos otra cosa que ir a nuestra casa"

"Todo el mundo sabe que el virus no es ni chino ni madrileño. Lo que ha ayudado más a contagiar este virus ha sido la estupidez humana", dice Jordi Mayor (PSPV-PSOE), alcalde de Cullera. "Al principio de la pandemia vinieron personas de Madrid, de vacaciones, y no era el momento. Ahora, con las medidas necesarias, todo el mundo es bienvenido en Cullera. Los madrileños, de los que tenemos una colonia extensísima aquí, también, por supuesto. Es más, queremos que vengan", remacha. "No tenemos miedo ni fobia a los madrileños". 

Madrileñofobia parece que no hay, al menos generalizada, pero miedo a nuevos contagios y a un rebrote de la pandemia, ‘haberlo haylo’, "aunque hay que tirar para adelante, y reactivar un poco el turismo y la economía porque tenemos que comer", confiesa Pedro, un hostelero de Sanxenxo (Pontevedra). "¡Que vengan los madrileños!... Pero con cuidado".

Mostrar comentarios