Olivia busca a su madre: la hija de Blanca Fernández Ochoa, en la élite del rugby

Blanca Fernández Ochoa
Blanca Fernández Ochoa
EFE

La desaparición de la pionera del esquí español y medallista olímpica, Blanca Fernández Ochoa, ha movilizado a multitud de voluntarios y ha conmocionado a las redes. Precisamente, fue un tuit de la Policía el que logró la difusión del suceso, publicación que llegó después de que su hija mayor, Olivia Fresneda Fernández, denunciara la desaparición. Fue a esta a quien el pasado 23 de agosto su madre avisó de que se marchaba "cuatro días al norte a hacer senderismo". Fresneda, como su madre, está vinculada al deporte de élite y debuta con la Selección española en las Series Mundiales de rugby a 7, pero en los últimos díasha dejado a un lado los entrenamientos para volcarse en las labores de búsqueda de la esquiadora.

Desde este último contacto con la medallista, su familia no ha tenido ninguna noticia de la situación de la esquiadora, que también es madre de David. Fue con él con quien Fernández viajó a la ciudad francesa de Biarritz para asistir a uno de los partidos de Olivia que tuvo lugar a principios de mes. Fue la joven quien dio la voz de alarma y desde entonces, el mayor hallazgo que han logrado los efectivos que cooperan en la búsqueda, ha sido el descubrimiento del coche en el que supuestamente viajaba la esquiadora.

Madre e hija comparten el mismo sueño de juventud: lograr el triunfo olímpico. Mientras que la esquiadora logró el bronce en eslalon en 1992, tras una larga y perseverante carrera deportiva, Olivia se inclinó por el rugby, un deporte que su padre practicaba cuando era joven y del que también espera alcanzar el pódium de los Juegos. Actualmente, la hija mayor de Fernández Ochoa juega en la Selección española femenina de Seven, donde ya se ha enfrentado a equipos internacionales del más alto nivel como las selecciones de Australia, Canadá, Rusia y Francia. 

Tanto Olivia como David participan en el dispositivo de rescate, pero por el momento los resultados no han tranquilizado a ninguno de ellos. Ha sido Adrián Federigh, cuñado de la deportista, quien ha transmitido la angustia familiar a los medios: "Creíamos que hoy iba a ser un buena día. Pasan las horas y no es tan buen día; estamos preocupados". Toda la familia de la desaparecida ha participado en las labores de rastreo pero, según aseguraba Federigh, "se han ido de vacío".

 Sobre la última vez que fue vista, en un centro comercial en Pozuelo, la familia ha adelantado que les comunicaron que la esquiadora paró en la sección de charcutería, pero la compra no se ha encontrado en su vehículo, por lo que los agentes no descartan que la deportista pueda contar aún con avituallamiento. Lo que sí aseguran es que, al "99,9 % iba sola" en el momento en que realizó la compra, y que tiene una cuenta corriente con cero euros que no utiliza.

Además, la familia ha explicado que fueron conscientes de su desaparición la tarde del sábado 24 de agosto, cuando trataron de comunicarse con ella para ver un partido del Real Madrid, pero no estaba en la casa. Después, llamaron a su hija que les comentó que su madre le había informado de que iba a pasar cuatro días fuera:  "Es una persona que siempre se mueve sola. Le gusta eso. No se lleva muy bien con el teléfono móvil, no es extraño que no se lo lleve", han asegurado.

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