ONU advierte de inminente emergencia humanitaria por la violencia en Yemen

  • La ONU ha advertido de la inminencia de una emergencia humanitaria en la provincia de mayoría chií de Saada, en el noroeste del Yemen, debido a los combates del último mes entre rebeldes hutíes y salafistas que han causado al menos un centenar de muertos.

Saná, 28 nov.- La ONU ha advertido de la inminencia de una emergencia humanitaria en la provincia de mayoría chií de Saada, en el noroeste del Yemen, debido a los combates del último mes entre rebeldes hutíes y salafistas que han causado al menos un centenar de muertos.

En un comunicado difundido hoy en Saná, el coordinador de Asuntos Humanitarios de la ONU en Yemen, Ismail Walad Sheij Ahmed, instó a las partes en conflicto a permitir la entrada a los trabajadores humanitarios para ayudar a los afectados por la violencia.

Ahmed, que visitó esta semana Saada, pidió a los combatientes de la milicia rebelde chií -conocidos como hutíes- y a sus rivales salafistas que "cumplan con sus deberes de proteger a los civiles".

El cierre de los principales caminos impide la llegada de combustibles, alimentos y medicamentos a la población de esa provincia, donde la violencia afecta a unas 29.000 personas en Damaj y sus alrededores, y a otras miles en Kataf, dijo el coordinador.

Ahmed señaló que las instituciones de asistencia humanitaria están preparadas para responder rápidamente a la crisis, pero que no pueden hacerlo hasta que se permita la llegada a Saada, una medida que pidió sea "inminente y sin condiciones".

Los combates entre ambos grupos estallaron a finales de octubre pasado en la localidad de Damaj, donde los hutíes impusieron un cerco con el pretexto de expulsar a supuestos combatientes extranjeros salafistas allí establecidos.

Más de cien salafistas han muerto hasta ahora en los choques y se desconoce las bajas en las filas de los insurgentes chiíes, que controlan la provincia de Saada desde 2010.

Comités gubernamentales han mediado para lograr un alto el fuego, que no ha prosperado, mientras que milicianos tribales, que apoyan a los salafistas, han impuesto un estricto cerco a Saada para obligar a los hutíes a cesar su asedio a Damaj.

Además de este conflicto en el norte, Yemen está embarcado en una lucha contra el terrorismo y en un proceso de transición política que debe salvar varios escollos.

El enviado especial de la ONU para el Yemen, Yamal Benomar, ha amenazado con tomar medidas contra aquellos que intenten entorpecer el proceso transitorio, acusando de ello al régimen anterior de Ali Abdalá Saleh, que dejó el poder en febrero de 2012.

"Una parte del régimen de Saleh procura obstaculizar el trabajo del gobierno transitorio y desestabilizar (el país). Esto amenaza el proceso de transición política", dijo Benomar en un comunicado difundido tras su intervención anoche ante el Consejo de Seguridad de la ONU.

La etapa transitoria, encabezada por el presidente Abdo Rabu Mansur Hadi, estipula la redacción de una nueva Constitución y la celebración de elecciones parlamentarias y presidenciales, previstas para el próximo año.

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