ONU corrobora horrores en la República Centroafricana tras alzamiento rebelde

  • Una misión conjunta de dos agencias humanitarias de la ONU ha corroborado los "horrores" que se están perpetrando en la República Centroafricana, donde se queman aldeas enteras y se perpetran toda clase de abusos contra sus habitantes, tras un golpe de Estado que ha llevado al país al caos.

Ginebra, 6 sep.- Una misión conjunta de dos agencias humanitarias de la ONU ha corroborado los "horrores" que se están perpetrando en la República Centroafricana, donde se queman aldeas enteras y se perpetran toda clase de abusos contra sus habitantes, tras un golpe de Estado que ha llevado al país al caos.

"Se ha informado sobre comunidades abandonadas, desplazamientos masivos de población y evidencias de violaciones generalizadas de los derechos humanos", dijo hoy una portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Melissa Fleming.

Enviados del ACNUR y de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU viajaron la semana pasada al pueblo de Paoua, a 500 kilómetros al norte de Bangui, la capital del país, donde encontraron siete aldeas totalmente calcinadas y otras ocho parcialmente incendiadas, cuyos habitantes se estaban escondiendo entre la maleza.

El equipo de humanitarios confirmó la anarquía que reina en la zona, donde recogieron testimonios de pobladores sobre ataques contra ellos, extorsiones, saqueos, arrestos arbitrarios y torturas por parte de hombres armados.

Las propias víctimas indicaron que estas últimas acciones violentas podrían ser parte de una represalia por la resistencia que opusieron grupos civiles de autodefensa a las incursiones de grupos armados recientemente.

El grupo Seleka, una coalición de cuatro grupos rebeldes, se alzó en armas en el norte del país el pasado diciembre y tras participar en un proceso negociador que fracasó, retomó las armas en marzo y dio un golpe de Estado.

Su exlíder Michel Djotodia fue investido a mediados del mes pasado como presidente.

Esta situación desató combates entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes y provocó el desplazamiento forzado de decenas de miles de personas, aunque su número aproximado es difícil de calcular por las restricciones de seguridad y acceso que enfrentan los organismos humanitarios.

Sin embargo, se estima que esta crisis ha provocado el desplazamiento de al menos 206.000 personas dentro del país y que otras 62.000 lo han abandonado para refugiarse en alguno de lo países vecinos, principalmente Chad, República Democrática del Congo y Camerún.

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