ONU dice que es "demasiado pronto" para atribuir ataque en Darfur a rebeldes

Naciones Unidas, 15 jul.- La ONU dijo hoy que es "demasiado pronto" para atribuir a grupos rebeldes el ataque contra una misión conjunta de Naciones Unidas y la Unión Africana (UNAMID) en el que murieron siete "cascos azules" en la región sudanesa de Darfur.

"Todavía es demasiado pronto para decir quién es el responsable de este escandaloso ataque por parte de un grupo fuertemente armado sin identificar, pero ya se ha abierto una investigación", dijo hoy ante la prensa el portavoz de la ONU, Martin Nesirky.

El Gobierno sudanés acusó este domingo a una facción rebelde del Movimiento de Liberación de Sudán (MLS) de matar el pasado sábado a siete "cascos azules" de nacionalidad tanzana y de herir a otros 17 durante una emboscada.

"Esa agresión es un intento desesperado por abortar la noble labor que lleva a cabo la UNAMID y destruir el proceso de paz de Darfur", dijo ayer el Ministerio sudanés de Asuntos Exteriores en un comunicado.

Las autoridades de Jartum atribuyeron el ataque a la facción del MLS encabezada por Meni Arkau Menaui, a quien acusan junto a la coalición insurgente Frente Revolucionario Sudanés (FRS) de ser las principales amenazas para la paz en la zona.

Por otro lado, el portavoz de la ONU respondió hoy que cualquier modificación del mandato de esa misión es un tema que compete al Consejo de Seguridad, después de que Tanzania pidiera permiso para que sus tropas de UNAMID puedan "responder a ese tipo de ataques".

Tanzania quiere que el máximo órgano de decisión de la ONU revise el mandato de la misión de paz desplegada en Darfur para que sus soldados se puedan proteger cuando son atacados, según indicó el portavoz del Ejército, Kapambala Mgawe.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el Consejo de Seguridad, condenaron este fin de semana el ataque en la región sudanesa de Darfur en el que murieron siete "cascos azules" de UNAMID.

En febrero pasado Tanzania envió un contingente de 875 soldados y policías para contribuir a la misión internacional de la ONU en Darfur, y el del sábado fue el ataque más grave sufrido por esas fuerzas de pacificación desde que se desplegaron en 2008.

El conflicto de Darfur se inició a comienzos de 2003, cuando los grupos insurgentes se levantaron en armas contra el régimen de Jartum, en protesta por la pobreza y la marginación que sufrían los habitantes de esa región.

Desde entonces, unas 300.000 personas han muerto y 2,7 millones se han visto obligadas a desplazarse por los enfrentamientos entre grupos rebeldes y las fuerzas gubernamentales, según datos de las Naciones Unidas.