Forn ha reclamado realizar un dictamen jurídico sobre los contenidos del fichero y conocer quién tendrá acceso a esta información, y ha lamentado que la alcaldesa Ada Colau "cree un incendio" cada vez que toma una iniciativa relacionada con la Guardia Urbana.
También ha dicho que la policía barcelonesa "no se siente protegida por el Gobierno municipal", y ha criticado que Colau no promueve la confianza con el cuerpo, sino que provoca un distanciamiento cada vez mayor con los agentes y con los representantes sindicales.
Mejías ha reclamado la retirada del fichero policial y ha asegurado que almacenar información sobre la vida sexual, la ideología, la afiliación sindical, la religión o las creencias "vulnera los derechos constitucionales de los policías, el artículo 19 de la Declaración de los Derechos Humanos y la Ley de Protección de Datos".
El líder popular ha defendido que "es necesario suspender y revisar los contenidos de esta medida que puede vulnerar la privacidad de los 3.000 agentes de la Urbana", y ha dicho que ve un despropósito tener un fichero con información de los agentes sobre su estilo de vida.
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