Oposición bielorrusa se queda sin escaños en comicios criticados por la OSCE

  • La oposición bielorrusa no obtuvo ni un solo escaño en las elecciones legislativas celebradas el domingo, que fueron tachadas hoy de antidemocráticas por la OSCE, que puso en duda los resultados del escrutinio oficial.

Moscú, 24 sep.- La oposición bielorrusa no obtuvo ni un solo escaño en las elecciones legislativas celebradas el domingo, que fueron tachadas hoy de antidemocráticas por la OSCE, que puso en duda los resultados del escrutinio oficial.

Al igual que en las anteriores legislativas de 2008, todos los diputados elegidos, 22 de los cuales repiten, son "candidatos del régimen" del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, considerado por Occidente el último dictador de Europa.

"Los líderes políticos que podían haber jugado un papel importante en estas elecciones o estaban en la cárcel o se les privó del derecho a postular sus candidaturas", señala el informe emitido por la misión de observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).

El informe subraya que los comicios a la Cámara de Representantes del Parlamento bielorruso celebrados ayer "desde el principio no fueron competitivos", ya que "se restringió la capacidad de elección del votante y esto ha sido un elemento clave de las elecciones".

La OSCE acusa a Bielorrusia de incumplir sus compromisos en materia de defensa de los derechos democráticos de los ciudadanos a asociarse, a presentarse como candidatos y a expresarse con libertad.

"Unas elecciones libres dependen de que la gente sea libre de expresarse, organizarse y presentar sus candidaturas, algo que no hemos visto durante esta campaña", apunta.

Además, la OSCE arremetió contra la Comisión Electoral Central (CEC) por su "falta de neutralidad e imparcialidad (...), lo que mina la confianza" de los bielorrusos en el proceso electoral.

El informe pone en duda el escrutinio realizado por la CEC, debido a la imposibilidad de los observadores de supervisar el recuento de los votos emitidos y, en particular, a la falta de "métodos de escrutinio apropiados".

Antonio Milososki, el jefe de la misión de observadores de la Oficina para las Instituciones Democráticas y los Derechos Humanos (ODIHR), denunció haber sido apartado unos 7-8 metros de la mesa en la que se efectuaba el recuento de votos en uno de los colegios electorales.

Mientras, las autoridades de la antigua república soviética mantienen que las elecciones son válidas.

"Han sido elegidos a la Cámara de Representantes 109 diputados. Tan solo no ha sido elegido el diputado de un distrito electoral de la región de Gomel", dijo la presidenta del CEC, Lidia Yermóshina.

Afirmó que la participación fue del 74,2 por ciento, cifra que niegan los opositores.

"La participación ha sido inventada de la manera más brutal", aseguró Serguéi Kaliakin, coordinador de la campaña "Por unas elecciones limpias", quien denunció que los servicios secretos bielorrusos amenazaron a activistas opositores y a sus familiares.

Menos de 300 candidatos concurrieron a las elecciones, de éstos sólo 26 eran de la oposición, después de que al menos dos tercios de sus candidatos se retiraran del proceso electoral en el marco de una campaña de boicot, ante la imposibilidad de competir con los oficialistas.

La oposición considera que carece de sentido participar en los comicios después de lo ocurrido en las presidenciales de 2010, tras las cuales centenares de opositores fueron detenidos y varios candidatos presidenciales encarcelados.

Además, subrayaron que con solo el uno por ciento de la representación opositora en las comisiones electorales no sería posible lograr resultados positivos.

Cinco partidos de la oposición declararon la víspera que no reconocerían los resultados de estos comicios, que han transcurrido, según ellos, bajo unas condiciones impuestas por Lukashenko, en el poder desde 1994.

Todo eso "nos da el derecho de no reconocer como equitativas, transparentes y democráticas las elecciones (...) independientemente de los resultados que anunciarán las comisiones, en las que no se ha incluido a los representantes de la oposición", según una declaración conjunta de los opositores.

Mientras, el presidente de la CEC de la vecina Rusia, Vladímir Chúrov, quien presenció los comicios, se mostró satisfecho con el proceso electoral bielorruso.

"Un ambiente muy tranquilo, no hubo quejas ni reclamaciones", dijo Chúrov, que se ha labrado gran fama en su país tras ser acusado por muchos de idear un fraude masivo en las legislativas rusas de diciembre de 2011 y las presidenciales de marzo pasado.

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