Oposición de Silva a modelo de agroindustria, uno de los retos de su campaña

  • La candidata presidencial brasileña Marina Silva, con un historial de posiciones contrarias al actual modelo de agroindustria, podría enfrentar dificultades con el sector, incluso a pesar de que su compañero de fórmula, Beto Albuquerque, tenga vínculos con ese bloque, según dijeron analistas.

Cleyton Vilarino

Sao Paulo, 21 ago.- La candidata presidencial brasileña Marina Silva, con un historial de posiciones contrarias al actual modelo de agroindustria, podría enfrentar dificultades con el sector, incluso a pesar de que su compañero de fórmula, Beto Albuquerque, tenga vínculos con ese bloque, según dijeron analistas.

Silva, exministra del Medio Ambiente y reconocida líder ecologista de la Amazonía brasileña, fue proclamada el jueves como candidata del PSB en el lugar de Eduardo Campos, muerto junto a otras seis personas el pasado 13 de agosto en un accidente aéreo en la ciudad paulista de Santos.

Según el politólogo y profesor de la Universidad de Sao Paulo (USP) Glauco Peres da Silva, la candidata socialista tendrá que encontrar una forma de conciliar sus posiciones, que la convirtieron en 2010 en una nueva alternativa política, con los intereses de su partido y del sector agropecuario.

"Por un lado ella va a ser presionada por el PSB (Partido Socialista Brasileño) y por la agroindustria para que no adopte posiciones tan extremistas, pero por el otro lado ella representa para gran parte del electorado a alguien capaz de hacer valer su visión del mundo y su ideología", dijo Peres da Silva a Efe.

Para el analista político, "ceder para el sector de la agroindustria en posiciones que antes ella era claramente contraria, puede ser un tiro en el propio pie".

La exsenadora, que era compañera de Campos como aspirante a la Vicepresidencia, tendrá ahora en la fórmula a Albuquerque, diputado federal del sureño y agrícola estado de Río Grande do Sul (fronterizo con Argentina y Uruguay) y un político que siempre contó con el apoyo de la agroindustria de la región.

No obstante, el presidente de la Asociación Brasileña de la Agroindustria (Abag), Luiz Carlos Correia Carvalho, señaló a Efe que el cambio en el PSB después de la muerte de Campos no comprometerá los compromisos firmados por el entonces candidato Campos y el sector agropecuario.

"Nosotros entendemos que formalmente esos compromisos del candidato están mantenidos con ella (Silva) ahora como cabeza de la fórmula. Por eso, los aspectos 'macro' principales están mantenidos", resaltó Carvalho, quien recordó que varios compromisos del sector fueron firmados por Campos con la presencia de Silva.

Después de ser proclamada oficialmente por el PSB como candidata para las elecciones del 5 de octubre, Silva, que aparece segunda en las intenciones de voto con el 21 % de apoyo, detrás de la presidenta Dilma Rousseff (36 %), habló sobre sus expectativas frente a la agroindustria.

"Cuando Eduardo (Campos) fue a la CNA (Confederación Nacional de la Agroindustria) al debate -con los otros candidatos-, él llevó nuestras propuestas y es con esas propuestas que vamos a dialogar con el sector", declaró Silva.

Según la candidata, "muchos agricultores quieren producir sin preocuparse con la agenda ambiental y social", pero, a su juicio, "las personas que piensan así no representan la mayoría de los agricultores brasileños".

Carvalho consideró que los "asuntos ambientales" serán superados en la discusión, que podrá centrarse en otras cuestiones de "peso también muy importante" y que fueron llevadas por Campos al debate realizado a comienzos del mes, como el modelo de desarrollo sostenible en la agroindustria.

"La posición de Marina ya la conocíamos y para otros temas Eduardo expuso su posición y entendemos que esa será la misma que ella adoptará para los otros asuntos", aseveró el representante del gremio productor.

Sin embargo, Peres da Silva consideró que esa tarea no será tan fácil, pues Silva no podrá demostrar que cedió "fácilmente" a la agroindustria y poniendo en riesgo parte del electorado conquistado hasta ahora.

"Ella será obligada a evaluar muy bien cómo ese puente (con la agroindustria) será y cómo conseguirá establecer esa relación, lo que no será fácil para alguien que siempre dejó claro cuál era su posición", resaltó el politólogo, para quien Silva siempre cargará un "recelo" del sector productivo agrícola.

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