Oposición en Argentina navega hacia aguas inciertas tras triunfo de Fernández

  • Divididos, desorientados y en minoría en el Parlamento, los líderes opositores en Argentina navegan hacia aguas inciertas tras el aplastante triunfo electoral logrado este domingo por la presidenta Cristina Fernández.

Natalia Kidd

Buenos Aires, 24 oct.- Divididos, desorientados y en minoría en el Parlamento, los líderes opositores en Argentina navegan hacia aguas inciertas tras el aplastante triunfo electoral logrado este domingo por la presidenta Cristina Fernández.

La mandataria fue reelegida por el 53,96 por ciento de los votos, con un histórico margen de diferencia de 37 puntos sobre el pelotón de los opositores, encabezado por el socialista Hermes Binner, que obtuvo el 16,87 por ciento.

"Nosotros vamos a ser una oposición responsable. Creemos que hay otra forma de construir en Argentina. No todo es blanco o negro", dijo hoy Binner, quien se caracteriza por su estilo opositor moderado y dialoguista.

Aunque el socialista ha sido el opositor más votado, para el analista político Jorge Arias "no es lógico" que el principal opositor a un Gobierno que ha copado la centroizquierda sea precisamente un líder de ese arco ideológico.

"Además hubo mucha gente que ideológicamente no simpatiza con las posiciones de Binner, pero que lo votó como una opción anti-Cristina", dijo a Efe Arias, para quien estará en la centroderecha la verdadera oposición a Fernández.

El analista apuntó que en los comicios de este domingo ese espacio no tuvo un representante con fortaleza, más allá del expresidente Eduardo Duhalde, otrora uno de los hombres más poderosos dentro del peronismo conservador y rezagado en estos comicios a un quinto puesto, con apenas el 5,89 por ciento de los votos.

La figura del alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri, que optó hace meses por no competir en estas elecciones ante un cantado triunfo de Fernández, emerge entonces con oportunidades para disputar el liderazgo en la centroderecha y perfilarse como candidato presidencial para 2015.

"La oposición queda atomizada y sin liderazgo definido, con Binner por un lado y Macri por el otro como referentes más relevantes", coincidió el analista político Rosendo Fraga.

Para el experto, el resultado de los comicios deja al desnudo otro fenómeno, el de la hegemonía política del Partido Justicialista, que entre oficialistas y peronistas disidentes acaparó este domingo casi un 70 por ciento de los votos, frente al paupérrimo 11 por ciento conseguido por la centenaria Unión Cívica Radical, tradicional rival político del justicialismo.

"Argentina parece así haber dejado de ser bipartidista y el peronismo es una fuerza política que ocupa el espacio del oficialismo y parte del opositor, reunificándose o dividiéndose en el poder de acuerdo a las circunstancias", apuntó Fraga.

Para Arias, el futuro del peronismo está en manos de Cristina Fernández, pues si opta por no intentar una reforma constitucional que le habilite a competir por un tercer mandato, se abrirá en el justicialismo una discusión interna sobre la sucesión.

Dentro del peronismo disidente, según el experto, las figuras de Duhalde y del gobernador de la provincia de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, que este domingo obtuvo un 7,98 por ciento, están "desgastadas" y les costará aglutinar adhesiones.

Tampoco se avizora en el radicalismo una figura capaz de concitar el interés social y el centenario partido tendrá que encarar un proceso de reconstrucción.

Peor aún la tiene la Coalición Cívica, cuya candidata presidencial, la diputada Elisa "Lilita" Carrió, quien en la elección de 2007 quedó en segundo puesto, detrás de Fernández, esta vez quedó última, con sólo el 1,84 por ciento de los votos.

"Ésta es la última etapa de la decadencia política de Lilita. Ella ha demostrado ser una extraordinaria legisladora, pero su autoritarismo al interior del partido, su personalismo extremo, su misticismo religioso y político terminaron por enajenarle del sistema político argentino", consideró Arias.

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