Ordenan poner una pulsera telemática a un maltratador tras salir de la cárcel

  • La Audiencia de Alicante ha ordenado por primera vez colocar una pulsera telemática a un maltratador que acaba de salir de la cárcel por un caso grave de violencia machista para garantizar que se cumple la orden de alejamiento de 500 metros por dos años más.

Alicante, 29 dic.- La Audiencia de Alicante ha ordenado por primera vez colocar una pulsera telemática a un maltratador que acaba de salir de la cárcel por un caso grave de violencia machista para garantizar que se cumple la orden de alejamiento de 500 metros por dos años más.

Según ha anunciado a EFE el presidente de la Audiencia, Vicente Magro, que firmó ayer el auto con la orden en su calidad de presidente de la sección primera, el protocolo de implantación de las pulseras telemáticas, emitido por el Ministerio de Igualdad, sólo prevé la colocación cautelarmente, principalmente cuando el denunciado está libre a la espera de juicio o cuando hay condena sin privación de libertad por hechos no graves.

Sin embargo, en esta ocasión la Audiencia alicantina ha considerado que el protocolo "olvidó" la regulación en el supuesto de que el maltratador sale de prisión mientras que sigue vigente la parte de la condena referente a la prohibición de acercarse a la víctima, en el caso actual por 24 meses más.

Por ello, la sección primera ha acordado aplicar "excepcionalmente" el artículo 48 del Código Penal para "extender" los supuestos y garantizar en esta ocasión que se cumple el alejamiento hacia la mujer, por dos años más y con un radio de 500 metros.

El auto se produce a raíz de la excarcelación del hombre y de que la víctima trasladara su preocupación a la Guardia Civil ante la posibilidad de reincidencia.

El instituto armado trató de localizar infructuosamente el domicilio del maltratador, que no había informado de su paradero a su salida del centro penitenciario, para asegurarse que se cumple el alejamiento.

Dada la falta de información sobre el maltratador, la Guardia Civil dirigió un oficio al tribunal que condenó al hombre (la sección primera) en el que expuso que existe un cierto "riesgo" objetivo hacia la víctima, y solicitó que se le busque y coloque la pulsera telemática.

De esta manera, tanto el condenado como la mujer deberán portar en la muñeca la pulsera telemática para que desde un centro tecnológico se vigile que no se produce un acercamiento a menos de 500 metros, en cuyo caso se activarían las alarmas en la Guardia Civil.

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