Ortega Cano "jura" que solo se mojó los labios en una copa de cava

  • El torero José Ortega Cano, juzgado hoy en Sevilla por un accidente de tráfico mortal, ha jurado que "no bebió una gota de alcohol" y que solo se mojó los labios en una copa de cava, por lo que ha dicho que no comprende cómo el test de alcoholemia arrojó un valor triple de lo autorizado.

Sevilla, 12 mar.- El torero José Ortega Cano, juzgado hoy en Sevilla por un accidente de tráfico mortal, ha jurado que "no bebió una gota de alcohol" y que solo se mojó los labios en una copa de cava, por lo que ha dicho que no comprende cómo el test de alcoholemia arrojó un valor triple de lo autorizado.

Ortega Cano, que se enfrenta a cuatro años de cárcel por el accidente ocurrido en la noche del 28 de mayo de 2011, ha declarado durante una hora y media ante la juez penal 6 de Sevilla, a la que ha afirmado que recuerda todo lo ocurrido aquella tarde excepto los minutos previos al choque, por lo que supone que sufrió un "vahído o un mareo" consecuencia de su arritmia cardíaca.

El torero ha asegurado que solo en la hospedería "La Plata" de Castilblanco de los Arroyos (Sevilla), donde estuvo hasta las 18.30 horas, se "mojó los labios" con la copa de cava que le había servido la camarera y lo hizo "para no desairarla".

Por lo demás, ha afirmado que el alcohol "es un veneno" para él porque no es un "hombre de bares" sino amante "del campo, el deporte y la vida sana".

Solo bebió cava en su boda con la cantante Rocío Jurado, ha dicho el torero, antes de reconocer que cuando ella murió en 2006 se sintió "muerto en vida" y se refugió en la bebida durante unos meses.

Tras la parada en el bar donde se mojó los labios en cava, ha relatado, se acostó un rato viendo la televisión y hacia las 19.30 horas tomó el coche para llevar a su hija a casa de una amiga en Villaverde del Río (Sevilla), tras lo cual paró de nuevo en un bar de Burguillos (Sevilla) donde le sirvieron una coca cola.

Pese al peritaje que sitúa su velocidad en 125 kilómetros por hora y los tres testigos que denunciaron su conducción peligrosa, el imputado ha asegurado que en ningún momento circuló a más de 80 kilómetros por hora ni es cierto que en el último de los bares se dejara el motor en marcha y las luces encendidas.

Sobre el momento del choque con el vehículo que conducía Carlos Parra, de 38 años, el torero ha dicho que no recuerda haberlo visto pues, en caso contrario, se tira "por un barranco con tal de no impactar contra otro coche".

Según ha comentado a la juez, la muerte de Parra es algo que siempre llevará sobre su espalda y ha explicado que durante mucho tiempo tras el accidente estuvo en tratamiento psicológico porque no le dolían "las heridas sino la pérdida de otra persona".

Ortega Cano ha asegurado que se le ha "tergiversado por ser un hombre público" y por ello se siente víctima de "una injusticia enorme", aunque ha añadido que acude al tribunal "para decir la verdad y con confianza en la justicia y en Dios".

El juicio, para el que se han acreditado 40 periodistas, ha comenzado con el intento de la defensa, que ejerce Enrique Trebolle, de que la prueba de alcoholemia se declare "nula de pleno derecho", pues se hizo con la sangre extraída a Ortega Cano "con fines terapéuticos, para salvarle la vida" cuando estaba en estado de coma en el hospital Virgen Macarena de Sevilla.

El fiscal de Seguridad Vial, Luis Carlos Rodríguez León, se ha opuesto a la nulidad porque el juez de instrucción "se limitó a cumplir la Ley de Tráfico que obliga a practicar la prueba a todos los involucrados en un accidente grave" y por el "interés público de la investigación de un hecho constitutivo de delito", un asunto sobre el que la juez se pronunciará en la futura sentencia que emita. EFE

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