Peor no podía empezar la semana para los socialistas. La pérdida de Extremadura ya es una realidad: IU apoyará, en forma de abstención, a la fuerza más votada, es decir al PP.
La única esperanza, la que se había convertido en la aldea gala que resistía a los romanos va a ser tomada por las fuerzas del PP. El mapa de España pasa del bipartidismo al azul popular.
Extremadura se une así a la lista de éxitos de los pupilos del PP: Baleares, Aragón y Castilla-La Mancha.
Y es en Castilla-La Mancha donde tendrá lugar el segundo día aciago para los socialistas. Este martes tendrán que ver cómo María Dolores de Cospedal se convertirá en la primera dirigente del PP en gobernar este feudo del PSOE.
Un mal trago que se hace más amargo por el cargo, secretaria general del PP, y la cercanía de Cospedal con Rajoy. Es una de sus dos manos derechas.
Solo Andalucía y País Vasco resisten como bastiones socialistas, pero no por una victoria, sino porque no ha habido elecciones autonómicas el 22 de mayo en estas autonomías.
Otros dos rayos de luz entre tantas nubes negras sonCanarias y Navarra, donde los socialistas apoyaran a Coalición Canaria y Unión del Pueblo Navarro, respectivamente, para gobernar.
El adiós a Baleares
Este sábado los socialistas ya tuvieron que ver como Baleares pasaba de nuevo a manos del PP con el joven José Ramón Bauzá.
En las previsiones de los socialistas estaba la posibilidad de perder en Baleares pero no por una mayoría tan rotunda como la que consiguió Bauzá.
El ya expresidente Francesc Antich no dudó en culpar de su derrota a los efectos de la crisis económica y, entre líneas a las decisiones del Gobierno socialista.
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