Otra "triple alianza" deja a Paraguay fuera del Mercosur y mete a Venezuela

  • Argentina, Brasil y Uruguay, en una "triple alianza" como la de guerra de 1864-1870, dejaron hoy a Paraguay fuera del Mercosur hasta que celebre elecciones, una decisión que destraba el ingreso de Venezuela, paralizado desde hace años por la negativa del Senado paraguayo a ratificarlo.

Ana Mengotti

Bogotá, 29 jun.- Argentina, Brasil y Uruguay, en una "triple alianza" como la de guerra de 1864-1870, dejaron hoy a Paraguay fuera del Mercosur hasta que celebre elecciones, una decisión que destraba el ingreso de Venezuela, paralizado desde hace años por la negativa del Senado paraguayo a ratificarlo.

Venezuela, el país con las mayores reservas de crudo del mundo, se incorporará el 31 de julio próximo al Mercosur como miembro de pleno derecho, lo que permitirá al bloque fortalecerse ante la crisis global, anunció hoy la presidenta argentina, Cristina Fernández, al término de una cumbre en Mendoza.

Paraguay, que quedó maltrecho, achicado territorialmente y diezmado tras la llamada "Guerra de la Triple Alianza" (1864-1870), en la que tuvo como enemigos a Argentina, Brasil y Uruguay, es el país con menor desarrollo de los cuatro fundadores del Mercosur.

Su pertenencia al bloque quedará suspendida hasta que se celebren elecciones, que están previstas para abril de 2013, porque sus tres socios en el Mercosur consideraron hoy que hubo una ruptura del orden democrático con la destitución de Fernando Lugo en la Presidencia de Paraguay el pasado 22 de junio.

El órgano que destituyó a Lugo fue precisamente el Senado, el mismo que tenía paralizada la entrada de Venezuela al Mercosur y que justificaba su negativa a ratificar el protocolo de adhesión de 2006 precisamente en una supuesta falta de democracia en ese país.

Lugo, que llegó a la Presidencia en 2008 al frente de una coalición de partidos de los cuales el principal era el Liberal Radical Auténtico (PLRA), perdió el apoyo de este último el pasado jueves y ese mismo día la Cámara de Diputados decidió abrirle un juicio político por mal desempeño de sus funciones.

Solo un diputado votó en contra de su enjuiciamiento y el trámite pasó al Senado, que aprobó ese mismo día por amplia mayoría la iniciativa y estableció los pasos a seguir, así como los tiempos, que establecían que la sentencia debía ser dictada al día siguiente después de haber escuchado a las partes.

El viernes 22 Lugo fue declarado culpable de mal desempeño de sus funciones y por tanto destituido, tras lo cual ese mismo día asumió la Presidencia el hasta entonces vicepresidente, el liberal Federico Franco, como establece la Constitución.

Ese proceso ha sido calificado desde golpe de estado, golpe parlamentario y "golpe suave", como dijo hoy Fernández, hasta decisión legal pero ilegítima y crisis institucional.

Otros consideran que no hubo ruptura del orden democrático y también hay quien critica que se hiciera sin dar suficiente tiempo a Lugo a preparar su defensa.

Entre las cinco acusaciones por las que se juzgó a Lugo está una que hoy parece premonitoria: haber firmado en diciembre de 2011 el llamado Protocolo de Ushuaia II, que reemplazó a otro de 1998 y actualiza la llamada "cláusula democrática" del Mercosur, y que es el que hoy se esgrimió para suspender temporalmente a Paraguay.

Según los diputados paraguayos, el protocolo, no ratificado por el Legislativo, constituye "un atentado contra la soberanía" del país y está basado en otro "presentado ante la Unasur (Unión de Naciones Suramericanas), que fue pergeñado por los presidentes de la región para protegerse unos a otros".

Entre los que se alegraron con la decisión del Mercosur está el propio Lugo, quien hizo hincapié en declaraciones a una radio argentina en la ausencia de sanciones económicas a Paraguay y opinó que "el ingreso de Venezuela es una oportunidad para ampliar el mercado".

En un comunicado leído luego en Asunción, el expresidente declaró que la suspensión temporal de su país del Mercosur "se ajusta a las normas" del bloque y castiga "exclusivamente a la clase política".

El presidente venezolano, Hugo Chávez, destacó el "impacto geopolítico" de la entrada de su país al bloque y consideró una "derrota" al imperialismo y a las burguesías la decisión tomada hoy por los mandatarios de Argentina, de Brasil, Dilma Rousseff; y de Uruguay, José Mujica.

"Es un día histórico que hay que conmemorar, hay que celebrar y que tendrá resonancia geopolítica en primer lugar", declaró Chávez a Telesur.

Por el contrario, el expresidente uruguayo Jorge Batlle (2000-2005) consideró una "alcaldada" y una "ilegítima arbitrariedad" la suspensión de Paraguay y tachó de "absolutamente ilegal" la integración de Venezuela.

Otro expresidente uruguayo, Luis Alberto Lacalle (1990-1995), uno de los cuatro firmantes del tratado fundacional del Mercosur, opinó en declaraciones a Efe que el bloque regional "era una organización y debió ser una organización económica y comercial, nunca política".

"Lamentablemente los gobiernos de izquierda le han dado un tono de solidaridad ideológica que nada tiene que ver con el Mercosur", denunció.

"Nos duele mucho que por una medida tomada por unos pocos (los senadores paraguayos) llegue esta sanción que va a tener efectos políticos en la relación con los países de la región, sobre todo del Mercosur", afirmó por su parte Carlos Filizzola, que fue ministro del Interior de Lugo.

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