Países de todo el mundo toman posiciones para comerciar con Irán

  • Con el avance de las negociaciones nucleares, países y empresas de todo el mundo prevén un posible fin de las sanciones internacionales a Irán y mandan avanzadillas para abonar el terreno a futuras ventas e inversiones.

Ana Cárdenes

Teherán, 19 feb.- Con el avance de las negociaciones nucleares, países y empresas de todo el mundo prevén un posible fin de las sanciones internacionales a Irán y mandan avanzadillas para abonar el terreno a futuras ventas e inversiones.

Los europeos son algunos de los que más se están dejando ver por el aeropuerto Imam Jomeini de Teherán, en un intento de no quedarse atrás en la carrera silenciosa para la que el tono conciliador de Irán en materia nuclear parece haber dado el disparo de salida.

Este sábado llegará a la capital iraní una delegación comercial alemana con funcionarios públicos y empresarios de sectores como el energético, agrícola, de telecomunicaciones, acero y construcción.

El mismo día inicia una visita oficial el viceprimer ministro de Bélgica y titular de Exteriores, Didier Reynders, que viaja con una delegación política y una veintena de periodistas.

Holanda también ha anunciado la próxima llegada de, no una, sino dos delegaciones, una parlamentaria y otra comercial, y ha recordado que los Países Bajos, son el tercer socio europeo de Teherán, con un intercambio de 1.500 millones de euros al año que el diplomático espera que se multiplique pronto por tres.

Todos ellos siguen la línea abierta por Italia, que envió en diciembre a Teherán a su ministra de Asuntos Exteriores, Emma Bonino, quien no tuvo reparos en anunciar que Roma estaría "a la cabeza" de la competición por el mercado iraní.

Estados Unidos no mira con buenos ojos estas poco disimuladas ansias de que se eliminen las sanciones y se abra el país de cerca de ochenta millones de habitantes al comercio internacional.

La llegada este mes de una delegación comercial francesa de nada más y nada menos que 116 empresarios, levantó ampollas en Washington, que se apresuró a recordar que aún no se puede comerciar con Irán.

El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, telefoneó al ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius, para decirle que la visita de los empresarios "no ayuda" a las negociaciones nucleares que Teherán mantiene con el Grupo 5+1 para disipar las dudas de la comunidad internacional sobre su programa atómico.

Más tarde, fue el propio Barack Obama quien advirtió de que "si las empresas están explorando el terreno en Irán para poder entrar más temprano que tarde si hay un acuerdo, lo hacen bajo su propio riesgo, porque les perseguiremos con todas las de la ley".

El jefe del estado francés, François Hollande, tuvo que salir en defensa de los suyos y señaló que "las empresas toman sus propias decisiones sobre a dónde viajan", aunque también indicó que les ha hecho saber que las sanciones "se están aplicando y se seguirán aplicando" hasta que se decida levantarlas.

Fuentes diplomáticas europeas en Teherán confirmaron a Efe que "hay más interés, más consultas y más expectativas" de las empresas, que dirigen su mirada hacia Irán, un país que con "recursos naturales colosales e importantes recursos humanos ofrece un gran potencial".

En cuanto a España, el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, realizará en marzo la primera visita oficial de ese nivel en una década, aunque no la hará acompañado de una delegación empresarial.

Los dos últimos años, con el incremento de las sanciones, el intercambio comercial entre España e Irán se ha reducido a la mitad, al pasar de unos 650 millones de euros a 325.

Pero el viejo continente no es el único que le echa el ojo al antiguo imperio persa.

Esta semana llegó a Teherán desde Bangkok una delegación comercial de alto rango de 17 personas encabezada por el director general del Ministerio de Comercio de Tailandia para el Comercio Exterior, con fabricantes y comerciantes de diversos sectores, incluidos el alimentario, automovilístico y electrónico.

Ankara, con la que Teherán trata de mejorar unas relaciones algo distanciadas por las diferencias entre ambos gobiernos respecto a la crisis siria, tampoco quiere quedarse atrás.

Los viajes de empresarios turcos a Irán se han multiplicado en los últimos meses, según declaró a la cadena Press TV el vicepresidente del Consejo Comercial Turquía-Irán, Bilgin Aygul.

En su visita a Irán en enero, el primer ministro turco, Recep Tayip Erdogan, ya viajó acompañado de sus ministros de Energía, Taner Yildiz, y Economía, Nihat Zeybekci, y del de Exteriores.

Además, Irán conversa para establecer vuelos directos con Tailandia y Bélgica.

El director de la Asamblea de Importadores de Irán, Mohamad Hosein Barjordar, señaló a la agencia IRNA que otros países del Sudeste Asiático, como Malasia, Indonesia y Filipinas, preparan el envío de delegaciones comerciales.

A principios de marzo, arribará otro grupo asiático, en este caso de Corea del Sur y organizado por la Asociación de Comercio Internacional de ese país, informó la agencia de información surcoreana Yonhap.

Destacará la participación de empresas automovilísticas, acompañadas por miembros de la Cámara de Comercio y de la Agencia nacional de Promoción del Comercio y la Inversión.

Los chinos no podían quedarse atrás y, según anunció a la agencia ISNA el presidente de la Organización de Promoción del Comercio de Irán, Mehdi Mir Abutalebi, mandarán su propia delegación a Teherán a principios de marzo.

La veda no está aún abierta, pero son muchos los que están ya tomando posiciones.

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