¿Por qué no pierdo un gramo si como poco? Mira si eres un basurilla...

  • La 'coach' nutricional Ángela Quintas da las claves de alimentación para perder peso de forma saludable en su libro 'Adelgaza para siempre'.

    El libro persigue que el lector entienda cómo mezclar los alimentos y que aprenda a nutrirse, que no a alimentarse, únicamente con calorías vacías.

¿Por qué no pierdo un gramo si como poco? Mira si eres un basurilla...
¿Por qué no pierdo un gramo si como poco? Mira si eres un basurilla...
M.B.

¿Por qué engordo aunque como poco? Ángela Quintas da varias respuestas en su libro 'Adelgaza para siempre' (Planeta). "No controlas los niveles de insulina en sangre a lo largo del día, tu estrés no favorece la pérdida de peso y picoteas mientras preparas la comida y te comes los restos que dejan los demás en el plato".

Son tres respuestas a la pregunta del millón. Y una de ellas habla de esos papás o mamás basurillas que, aunque no se lo crean, cuando se sientan a cenar una fruta ya han picoteado mientras cocinaban o acabado con todo lo que han dejado los hijos en el plato. Probablemente si pusieran todo en el plato nunca se plantearían comer todo lo que llevan ingiriendo durante una hora.

'Adelgaza para siempre' está escrito en tono absolutamente divulgativo, con consejos prácticos y concretos y con ejemplos basados en casos reales (con los cuales todos nos podemos sentir identificados). El libro invita a que de una vez por todas hoy (y no mañana) empecemos a comer de manera saludable, consiguiendo y manteniendo nuestro peso ideal.CINCO REGLAS DE 'ADELGAZA PARA SIEMPRE'

'Adelgaza para siempre' se basa en cinco reglas. La primera, no toma nada que nace de la tierra solo, es decir, hidratos de carbono solos, y menos si tienen un índice glucémico elevado. El hidrato de carbono, recordemos, es todo lo que nace de la tierra: la verdura, arroz, la pasta, verdura y fruta. La proteína es todo todo lo que corre salta, vuela o nada.

La segunda es no tomar hidratos de carbono líquidos. Cuidado con los zumos de fruta y de verduras y con el gazpacho en verano. La autora se refiere sobre todo a zumos y el famoso y rico gazpachos. "A nivel de composición son maravillosos y tienen infinidad de vitaminas pero, ¿a que usted no se tomaría tres naranjas si no fueran en zumos?"

Quintas hace la pregunta y da la respuesta. "Al tomar las tres naranjas de golpe en líquido no actúa la milasa salivar, solo la pancreática. Es decir, meto en el cuerpo una cantidad muy grande de hidrato, que hace que mi páncreas secrete insulina para normalizar ese hidratos de carbono en sangre. Esto provoca tres cosas: una parte de ese hidrato va al hígado para órganos vitales. Otra parte va al músculo. Pero una tercera parte la convierto en grasa".

La tercera regla es consumir alimentos cada 3 ó 4 horas sin dejar pasar grandes periodos de ayuno. Así conseguimos que el cuerpo no utilice la masa muscular para 'alimentarse' sino que active la lipólisis y utilice la grasa que queremos perder. 

La cuarta regla es no dejar pasar más de 1 hora desde que me levanto hasta que ingiero algún alimento. Tras un periodo largo de ayuno la cantidad de glucógeno almacenado en músculos e hígado es prácticamente nula. Si comienzo mi actividad normal tengo muchas posibilidades de disminuir mi masa muscular ya que mi cuerpo empezará a utilizar la muscular para conseguir energía para los órganos vitales. 

La regla quinta es no hacer nunca deportes con el estómago vacío. El cuerpo vuelve a buscar en el músculo su alimento.La pregunta del millón... ¿Qué pasa si me salto la dieta un día?

¿Qué pasa si un día me salto la dieta? La autora es tajante "Absolutamente nada, pero procuraré, sobre todo al principio, no cometer excesos para que note los resultados del cambio que estoy haciendo en la alimentción. Lo que tendré que hacer es al día siguiente volver a combinar los alimentos de manera correcta".La otra pregunta del millón... ¿Me puedo tomar un dulce?

La autora propone hacer una lista de la compra con cabeza y llenar la despensa con ellos. Y si nos tomamos un dulce, que sea mejor por la tarde para elevar la serotonina y con ingredientes de primera calidad. 

La serotonina es una hormona que interviene en muchos procesos como la regulación del sueño, la necesidad de consumir hidratos de carbono y está muy relacionada con nuestros estados de ánimo. 

Ángela Quintas, coach nutricional y codirectora del programa BeOk de Cadena SER, quiere dejar claro que para perder peso no hay que buscar fórmulas mágicas, sino aprenderse las reacciones químicas de nuestro cuerpo. No hay que sacrificarse todo el rato, pero sí con cabeza. 

Desvela que si se lleva una alimentación muy restrictiva, contando calorías a todas horas y no se baja de peso no hay que pensar que algo funciona mal sino que algo estaremos haciendo mal.Tres errores muy comunes

Los tres errores más comunes son alternar periodos muy restrictivos con grandes ingestas de comida, basar la dieta mayoritariamente en los hidratos de carbono o consumir demasiadas calorías líquidas.

Evidentemente no se podrá comer de todo "sobre todo al principio", ni hay que ser el fan número uno de las propiedades mágicas de los superalimentos. En este caso es muy clara: "puede nutrirnos mejor un plato de lentejas con arroz y un chorrito de vinagre para que se absorba mejor el hierro que un zumo detox con kale.

También deja claro que hay que evitar las kilocalorías vacías que carecen de nutrientes como el alcohol o las poco saludables que aporta la bollería industrial.Peso ideal no, peso saludable

Un término que quiere erradicar es el de peso ideal. A la autora le gusta decir peso saludable. Su cálculo es más complicado que restar 110 a la altura en centímetros. Asegura que "cada persona tiene un rango de peso saludable que no se puede calcular mirando en tablas". La edad, la grasa, la altura, el peso... todo son factores que hay que tener en cuenta y borrar de la cabeza lo que se pesaba hace 10 o 15 años. 

Para saber la cantidad de grasa que tenemos en el cuerpo la autora propone recordar la conocida como fórmula de Deurenberg (%de masa grasa = 1,2 x IMC + 0,23 x (edad en años) - 10,8 x (1 para los hombres y ' para las mujeres) - 5,4. Si el procentaje que sale es en mujeres entre 20 y 30 y en hombres entre 10 y 20 estariamos en peso saludable.

Recuerda que nuestra talla de pantalón no determina nuestra salud: Una persona con normopeso puede presentar hipercolesterolemia o estar agotada todo el día mientras que otra con un ligero sobrepeso podrá presumir de tener una salud de hierro.Cuidado con quemar músculo en lugar de grasa...

La autora invita a conocer bien la grasa que tenemos en el cuerpo "porque el objetivo nunca debe ser un peso, sino un porcentaje de grasa en nuestro cuerpo, que irá relacionado con unos parámetros de salud. Si nos fijamos como objetivo un peso y no un porcentaje de grasa corporal corremos el riesgo de que ese peso se consiga a base de perder masa muscular o agua, lo que dará lugar al efecto rebote, analíticas fuera de la normalidad.El efecto rebote existe

Otro de los capítulos del libro 'Adelgaza para siempre' trata el temido efecto rebote. Es cierto que más de una persona de las que se ponen a dieta está temiendo acabar con ella porque sabe que los kilitos tarde o temprano volverán. El efecto rebote se debe a tres causas. La primera es que la mayor parte del peso perdido es agua, que hayamos consumido masa muscular y que la dieta no nos ha ayudado a cambiar los hábitos alimenticio. 

Profundiza la autora en esas tres premisas y asegura que los diuréticos hacen perder agua del cuerpo rápidamente, pero vuelve en cuanto se dejan de tomar. Respecto a la masa muscular abre los ojos y explica donde desaparece. Cuando se pasa hambre hace que el cuerpo utilice la masa muscular como combustible. Si se toman menos proteínas de las necesarias la masa muscular también disminuye. Si nos saltamos la media mañanas y la merienda el cuerpo también recurre a la masa muscular en lugar de a la grasa. Los picos de estrés también 'comen' de los músculos.Cambia el chip hoy, no mañana

Lo que la autora quiere demostrar en todo momento es que hay que aprender a cambiar el chip. Se acabaron las restricciones de alimentos ya que esto sólo nos generará ansiedad. No pasaremos hambre, tampoco dejaremos de lado nuestra vida social y no contaremos kilocalorías sino que nos fijaremos en el efecto que producen estos alimentos en nuestro cuerpo. "¡Anímate!"

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