Paraguay vive una huelga general considerada "histórica" por los sindicatos

  • Paraguay vivió hoy una huelga general considerada "histórica" por los sindicatos, que por primera vez aunaron fuerzas para rechazar la política socioeconómica del presidente Horacio Cartes, enfrentado a la mayor movilización popular desde que asumiera su mandato, en agosto de 2013.

Asunción, 26 mar.- Paraguay vivió hoy una huelga general considerada "histórica" por los sindicatos, que por primera vez aunaron fuerzas para rechazar la política socioeconómica del presidente Horacio Cartes, enfrentado a la mayor movilización popular desde que asumiera su mandato, en agosto de 2013.

De acuerdo con las siete centrales sindicales convocantes, la huelga tuvo un seguimiento del 90 % en todo el país, mientras que el Gobierno no ha aportado datos al respecto.

En una declaración por escrito, Cartes pidió respeto para las personas que no participan en la huelga general, pero al mismo tiempo tendió la mano a los manifestantes.

"Mi Gobierno reconoce la legitimidad de la mayoría de los reclamos, que son postergaciones históricas que demandan una gestión cada día más comprometida con los sectores menos favorecidos", aseveró Cartes.

Según los sindicatos, el paro ha sido masivo en las principales ciudades y al mismo se han sumado trabajadores de todos los gremios, además de estudiantes universitarios y de secundaria.

Uno de los termómetros de la huelga era la incidencia del transporte, que respondió casi en su totalidad al paro, según indicó a Efe Víctor Ferreira, secretario general del Sindicato Central Unitario de Trabajadores-Auténtica (CUT-A).

"Podemos decir que solo funcionó el 10 % del transporte público y que paró la totalidad de los autobuses de línea, incluidos los que viajan a los países vecinos", dijo Ferreira.

El Puente de la Amistad, el paso fronterizo que une a Ciudad del Este con Brasil, fue bloqueado durante varias horas por los manifestantes.

La huelga tenía como principal bandera la derogación de la Ley de la Alianza Público Privada (APP), una iniciativa de Cartes que los sindicatos creen que es una "privatización encubierta" de las empresas públicas.

En cambio, el Gobierno defiende que la ley, aprobada por el Congreso el año pasado, está diseñada para atraer capital privado para la inversión en infraestructuras.

A cambio se otorga a las empresas la concesión de su gestión y el cobro de tarifas.

Los grupos sindicales también exigen la subida del salario mínimo, el control de los precios de la cesta de la compra y el descenso en la tarifa del transporte.

A esas reivindicaciones se adhirieron miles de labriegos que llegaron a Asunción desde el interior del país para participar hoy en la XXI Marcha del Campesinado Pobre, que aboga por la reforma agraria y un cambio en el modelo de producción latifundista.

De esta manera los campesinos se convirtieron en el otro actor de la huelga, pese a que mantuvieron una agenda diferente que los principales sindicatos y se concentraron frente al Congreso.

Esas organizaciones tuvieron su acto principal en la Plaza de la Democracia, también en el centro de Asunción, en la que intervinieron sus principales dirigentes.

Pese a esa separación, la coincidencia entre obreros y campesinos en sus exigencias y críticas al Gobierno dio fuerza a sus reclamaciones, según las centrales sindicales

"Es histórica. Es la primera huelga general en Paraguay en la que se ve a trabajadores, campesinos y estudiantes. A partir de ahora esta huelga será un referente válido para toda la sociedad", dijo a Efe Aldo Snead, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).

En el mismo sentido se manifestó Ferreira, para quien la huelga supone el "renacimiento de la clase sindical" y el fruto de cuatro meses de trabajo conjunto "para lograr este éxito".

Para los sindicatos, ahora la pelota está en el tejado de Cartes, que este martes les invitó a participar en una mesa de diálogo que estará encabezada por el vicepresidente Juan Afara.

Los sindicatos, que han aceptado el envite, plantearán a Afara los mismos puntos que han motivado la huelga general, haciendo incidencia en la derogación de la ley de APP y en el reajuste salarial.

Las centrales sindicales piden la subida de un 15 % del salario mínimo, ya que consideran insuficiente el 10 % decretado por el gobierno en febrero, una medida que, según los sindicatos, fue aprobada para frenar la huelga.

Con el aumento del 10 %, el salario mínimo se sitúa en 1,82 millones de guaraníes al mes (293,58 euros).

Ferreira explicó que concederán un plazo de cuatro meses al Gobierno para que demuestre su voluntad de negociación, pero que en caso contrario convocarán otra huelga general tras ese periodo.

"Esperamos que el Gobierno entienda que somos actores sociales y como tales debemos ser respetados y escuchados", dijo Ferreira. EFECOM

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