Partido salafista respalda a Al Sisi para evitar caer en la confrontación

  • El apoyo incondicional del partido salafista egipcio Al Nur (luz) al mariscal retirado Abdelfatah al Sisi en las próximas presidenciales representa el interés de la formación de evitar la confrontación con los poderes fácticos.

Mohamed Siali

El Cairo, 24 may.- El apoyo incondicional del partido salafista egipcio Al Nur (luz) al mariscal retirado Abdelfatah al Sisi en las próximas presidenciales representa el interés de la formación de evitar la confrontación con los poderes fácticos.

Al Nur rompió el consenso que había entre los islamistas cuando el pasado julio decidió apoyar en público junto a fuerzas laicas y líderes religiosos el plan del Ejército tras la destitución del presidente Mohamed Mursi.

El vicepresidente del partido, Ashraf Tabet, señala a Efe que ahora respaldan a Al Sisi por ser "el más competente para impedir que Egipto se convierta en un Estado fallido" y ostentar una "independencia política que le permite lograr la unidad nacional".

Sin embargo, precisa que su grupo tiene "reservas sobre algunas ideas" expresadas por el exjefe del Ejército en sus últimas intervenciones, aunque en general están de acuerdo con su discurso.

El otro candidato para los comicios de los próximos lunes y martes, el izquierdista Hamdin Sabahi, se ha presentado a sí mismo como el aspirante "de la revolución", pero no goza de las simpatías de ningún grupo islamista importante.

El partido Al Nur, que representa a parte de la corriente islamista integrista, fue creado tras la revolución del 25 de enero de 2011 que desbancó a Hosni Mubarak y sorprendió en las elecciones legislativas de 2011 al obtener casi una cuarta parte de los escaños de la posteriormente disuelta Cámara baja del Parlamento.

Tras ser la única fuerza islamista que apoyó la destitución de Mursi, organizó encuentros electorales y manifestaciones en el país para apoyar la candidatura de Al Sisi.

Incluso hizo circular un vídeo en el que varios de sus dirigentes justificaban el por qué de esa decisión, como hizo su presidente, Yunes Majyun, que calificó a Al Sisi como la persona "popular" y "practicante" (en el sentido religioso) que puede garantizar "la armonía" entre la Presidencia y el resto de instituciones.

Mientras, el exmilitar no deja pasar la oportunidad de elogiar a este grupo de salafistas, a quienes llegó a describir en una entrevista como hombres que "aman la patria, trabajan para conseguir sus intereses y son conscientes de los riesgos que afectan al país".

La postura de Al Nur no solo ha sido criticada por los Hermanos Musulmanes y sus formaciones salafistas afines, como el Frente Salafista o la Gamaa Islamiya, sino también por antiguos dirigentes del propio partido que congelaron su adhesión tras el apoyo al golpe militar.

El antiguo director de Información del partido Yaser Abdeltauab cree que esa decisión es "un suicidio político" porque, a su juicio, ni Al Sisi aceptará esa corriente radical en el futuro ni la formación mantendrá su posición "natural" entre los islamistas.

Para el experto en asuntos de fanatismo islamista Husein Hamuda, la postura ideológica de Al Nur se corresponde con un tipo de "salafismo predicador" que evita el choque con las autoridades.

De esta forma, recordó, las autoridades tratan también de demostrar que entre los opositores a Mursi también hay islamistas, "no solo infieles, tal como intentan vender los Hermanos Musulmanes y sus aliados".

"Las bases de Al Nur no son numerosas y una parte de ellas no van a obedecer la decisión del partido, pero lo importante es el impacto y la imagen que este da como un importante grupo islamista que apoya la revolución del 30 de junio", agrega Hamuda.

Sin embargo, el especialista no descarta que haya un choque en el futuro entre ese grupo y el Estado egipcio si las autoridades intentan imponer una separación estricta entre el brazo político y el de la predicación de esa corriente.

Desde mediados de 2012, Al Nur vivió una profunda crisis entre quienes querían separarse de los clérigos del grupo original, la Predicación Salafista, y los que se oponían a cualquier división.

A finales de 2012, 150 dirigentes de ese partido dimitieron, entre ellos su entonces presidente Emad Abdel Gafur.

Junto a él, parlamentarios, portavoces, miembros de su Consejo Supremo y partidarios de una mayor independencia respecto de los clérigos formaron una nueva formación política bautizada como Al Watan (patria), que se opuso a la destitución de Mursi y que boicoteará las próximas presidenciales.

Mostrar comentarios