La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha aprovechado su discurso ante el Rey en la ceremonia de la Pascua Militar para hacer una encendida defensa de las Fuerzas Armadas y criticar con dureza a quienes ya no están en ellas y han intentado denigrar su reputación con una serie de mensajes y chats contra la Constitución y el Estado de Derecho. La ministra reiteró el compromiso de todos los ejércitos con los valores de la Carta Magna y enmarcó esos hechos en “una insignificante minoría, que sólo se representa a sí misma, que busca una publicidad y un protagonismo que ni merece ni tiene, y que cuestiona irresponsablemente las bases de la convivencia en España”, algo que a su entender, “solo merece el rechazo más absoluto, por su intolerancia, sus delirios y su total alejamiento de los valores castrenses”.
Esta primera intervención de Felipe VI en el año que acaba de entrar, tras su discurso navideño, era una de las más esperadas, después de que desde el Gobierno se anunciara la puesta en marcha de una estrategia para renovar la Monarquía de forma que se convierta en una institución más transparente y ejemplar. Pero el monarca realizó un discurso muy comedido, ajustado a los requerimientos de la ceremonia y centrado en la validez y el apoyo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, incluidos Guardia Civil y CNI, por el apoyo que han dado a toda la sociedad en la lucha contra la pandemia desde que se desatara, en marzo del año pasado.
Felipe VI ha agradecido las palabras de la ministra de Defensa por la "clara exposición" que ha hecho de los dessafíos y la política de defensa. "Es gratificante apreciar como en escenarios tan adversos como losq ue vivimos se cumplen los objetivos y se superan los reto desde Defensa, aunque requieran ajustes", ha resaltado el monarca. El Rey, al igual que la ministra, ha recordado la tremenda labor realizada por el Ejército a la hora de desinfectar residencias de ancianos, levantar hospitales de campaña y hasta acompañar a los fallecidos en sus últimos momentos, dentro de la operación Balmis, al igual que las labores de rastreo que hacen ahora en la operación Baluarte.
El acto ha estado marcado por la pandemia, que ha recortado a un tercio los asistentes al evento, ha obligado a eliminar el vino español y los famosos “corrillos” que se formaban otros años. Los Reyes fueron recibidos por el presidente del Gobierno y realizaron el típico saludo protocolario a los escasos asistentes de uno en uno y guardando en todo momento la distancia de seguridad. Junto a Robles, al acto también asistió el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, en un día muy frío en la capital de España.
Investigaciones abiertas
Margarita Robles anunció a comienzos de diciembre la petición a la Fiscalía de Madrid para que se investigue si los comentarios del chat, donde se hablaba de "pronunciamientos" y de "fusilar a 26 millones" de españoles, podrían ser constitutivos de delito. A ello se unió una carta remitida al Rey por 73 mandos retirados del Ejército de Tierra en la que aseguraban que la "cohesión nacional" corría graves riesgos con el actual Gobierno "social-comunista, apoyado por filoetarras e independentistas".
Frente a ello, la ministra ha destacado en su discurso la labor callada y sin protagonismo de las Fuerzas Armadas, "haciendo gala de los valores que presiden el comportamiento de nuestros ejércitos y Armada, guiados por la más estricta neutralidad política y defendiendo si fuera necesario con su vida, la Constitución y los valores, principios y derechos en ella reconocidos".
Ese hecho, avalado por todas las cifras que ha dado Robles sobre las labores sociales que los militares han hecho en plena pandemia, le ha servido para asegurar que "nadie tiene derecho y menos quienes en su día vistieron el uniforme de las FFAA, a perjudicar el inmenso prestigio que tienen nuestros Ejércitos, con la plena conciencia y agradecimiento de la sociedad española".
Puedo aseguraros -resaltó la ministra- que contamos con unas Fuerzas Armadas modernas, altamente preparadas y formadas exclusivamente en el marco de la Constitución, que no buscan publicidad, comprometidas con un futuro de la más alta cualificación científica y tecnológica y que son un ejemplo en los ámbitos multilaterales en los que España y sus ejércitos participan".
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