Passos Coelho es designado primer ministro en Portugal, un gobierno que se perfila frágil

  • El primer ministro saliente de Portugal, Pedro Passos Coelho, fue designado este jueves para formar un nuevo gobierno de derecha que, al haber perdido la mayoría absoluta se perfila como frágil y deberá enfrentarse a un parlamento dominado por los partidos de izquierda.

"He designado a Passos Coelho como primer ministro, porque es el jefe de la coalición que ganó las elecciones legislativas el 4 de octubre último", declaró el presidente, el conservador Aníbal Cavaco Silva, en un mensaje por televisión.

Passos Coelho, que llegó al poder en 2011, se impuso en las elecciones legislativas al frente de una coalición de derecha con 38,6% de los votos y 107 diputados sobre 230.

En su mensaje Cavaco Silva reconoció la inestabilidad a la que se expone el próximo gobierno, pero afirmó que "las consecuencias financieras, económicas y sociales de una alternancia sin coherencia propuesta por otras fuerzas políticas serían mucho más graves".

"Fuera de la Unión Europea y de la zona euro, el futuro de Portugal sería catastrófico", advirtió el jefe de Estado, en referencia a posturas extremas de algunas formaciones de izquierda con respecto a Bruselas.

El socialista Antonio Costa, segundo con 32,3% de los votos y 86 bancas, reivindica también el puesto de primer ministro, afirmando poder formar gobierno con los partidos de izquierda antiliberal. Sin embargo, Costa ha reiterado que los compromisos internacionales adquiridos por Portugal no están en duda.

"Esta decisión hace perder mucho tiempo al país, porque la persona que viene de ser nombrada como primer ministro será inevitablemente rechazada por el parlamento", afirmó el diputado socialista Joao Soares.

"La última palabra la tiene el parlamento", señaló Cavaco Silva y precisó que "el rechazo del programa de gobierno por la mayoría absoluta de los diputados significaría la dimisión del gobierno".

Passos Coelho debe ahora formar un equipo gubernamental que, una vez en funciones, dispondrá de diez días para presentar su programa.

Si los partidos que componen la izquierda portuguesa lograr borrar, aunque sea temporalmente, sus divergencias históricas con vistas a una ruptura con la política de austeridad, disponen de suficientes escaños (122) para derribar a un gobierno minoritario de derecha.

En esa hipótesis, el presidente podría pedir a Costa que forme un gobierno o dejar a Passos Coelho al frente de un gobierno de gestión de los asuntos corrientes.

"Parece que Portugal se enfrenta a un periodo de incertidumbre y el ritmo de las reformas podría desacelerarse", advirtió Jesus Castillo, economista del banco Natixis.

La coalición saliente logró ganar las elecciones, pese a haber gobernado durante cuatro años bajo la consigna de mantener una dura austeridad presupuestaria, pero este gobierno se perfila como frágil.

Desde Madrid, el jefe del gobierno conservador español, Mariano Rajoy, mostró su preocupación de que llegue al poder en Portugal una coalición de izquierda, ante las dificultades que enfrenta la derecha para formar gobierno.

"Sería la primera vez en la historia de la democracia en Portugal que el partido que ha ganado las elecciones no gobernara", declaró Rajoy a su llegada a la segunda y última jornada de un congreso en Madrid del Partido Popular Europeo, que reúne a los partidos conservadores de la UE a excepción del británico.

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