Paul Ryan, un político en ascenso aferrado al conservadurismo fiscal

  • El candidato a vicepresidente republicano en Estados Unidos, Paul Davis Ryan, es un joven político en ascenso aferrado al conservadurismo fiscal, líder de una nueva generación de ideólogos económicos dentro de su partido y querido entre el movimiento derechista Tea Party.

Washington, 11 oct.- El candidato a vicepresidente republicano en Estados Unidos, Paul Davis Ryan, es un joven político en ascenso aferrado al conservadurismo fiscal, líder de una nueva generación de ideólogos económicos dentro de su partido y querido entre el movimiento derechista Tea Party.

Hoy tendrá en Danville (Kentucky) a partir de las 21.00 hora local (01.00 GMT del viernes) su primer y único cara a cara televisado con el actual vicepresidente de EE.UU., Joseph Biden, que repite como "número dos" del presidente Barack Obama para las elecciones del 6 de noviembre.

Nacido en Janesville (Wisconsin) hace 42 años, representa a ese estado en el Congreso desde 1999, cuando tenía 28 años, y actualmente preside el Comité de Presupuestos de la Cámara de Representantes.

Desde que llegó al Congreso y se convirtió en el segundo político más joven en la colina del Capitolio decidió seguir viviendo en Janesville, en lugar de trasladarse a Washington como la mayoría. Allí, rodeado de los suyos, depuró una imagen de padre de familia aficionado a la caza y habitual del gimnasio.

Se casó en 2000 con Janna Little, una abogada graduada en español que trabajó en Washington para la consultora PricewaterhouseCoopers, y el matrimonio tiene dos hijos y una hija.

Licenciado en Ciencias Políticas y Economía por la Universidad de Miami del estado de Ohio en 1992, Ryan es católico y trabajó para el negocio de construcción de su familia antes de comenzar su carrera política.

Es el más joven de cuatro hijos y su padre, abogado, falleció de un ataque al corazón cuando él tenía 16 años.

Joven pero experimentado y curtido en Washington, no ha perdido el tiempo y ha conseguido levantar tanto aplausos como críticas con sus ideas económicas ultraconservadoras, alineadas con las propuestas de los simpatizantes del Tea Party.

Ryan ha tomado en los últimos años las riendas de la política presupuestaria republicana, que prevé fuertes recortes en programas sociales, educación e infraestructuras y plantea transferir poder federal a los estados para reducir el déficit.

De hecho, Ryan es el arquitecto de la llamada "hoja de ruta" de los republicanos para lograr la reducción de la elevada deuda pública estadounidense. La única partida intocable para él es el gasto en defensa.

El "número dos" del aspirante presidencial republicano, Mitt Romney, "representa aproximadamente a la mitad de los seguidores" de su partido y es un "apóstol republicano del capitalismo de libre mercado y el gobierno limitado", dijo a Efe Erwin Hargrove, profesor emérito de la Universidad de Vanderbilt.

Es una apuesta arriesgada para Romney, en gran parte por su intento de abordar temas delicados como la reforma del Medicare, el programa de atención sanitaria para mayores de 65 años y discapacitados que beneficia a 49 millones de estadounidenses.

El plan de Ryan es privatizar parcialmente el Medicare para 2022, acabar totalmente con la reforma que establece el seguro médico obligatorio promulgada por Obama en 2010 y transferir parte del coste de la Seguridad Social al sector privado.

Los demócratas lo tachan de "radical" y de ser un político que quiere poner fin al sistema social estadounidense tal y como existe en la actualidad.

En temas sociales como el aborto también se ha mostrado más conservador que Romney, aunque siempre ha dejado claro que sí serán las políticas del exgobernador las que prevalecerán si ambos llegan a la Casa Blanca.

Además de su experiencia como congresista, Ryan ayudó a lanzar un programa de su partido para reclutar y promover a candidatos conservadores en cada rincón del país.

Durante su etapa en el Congreso votó a favor de la invasión de Irak y también del rescate a la industria del motor tras la crisis de 2008.

Hasta que Romney lo eligió para ser su número dos en julio pasado Ryan no era un político demasiado conocido a nivel nacional y su experiencia en política exterior es nula.

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