Pedro Sánchez cerrará la campaña en Valencia y lo hará en el parque central en un acto que empezará a las 21.oo horas. Le arroparán el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, y el valenciano ministro de Fomento, José Luis Ábalos. Será la tercera visita del presidente del Gobierno a la Comunidad Valenciana en quince días, después de la que hizo a Castellón el día que comenzó la campaña y la de Alicante el pasado sábado.
Como viene siendo habitual el candidato socialista se desplazará en avión, ya que en estos momentos está en un acto público en el madrileño barrio de Vallecas, donde los resultados electorales de 2016 le dieron un 27,95 % de los votos con una pequeña diferencia frente a Podemos-IU-Equo-Clias, que lideraban el barrio el 32,35 % de los votos.
Esta vez el viaje lo hará con solera y volará en un Falcon, como los que tiene en el Grupo 45 para los actos institucionales a los que tienen acceso gratuito en su faceta como presidente del Gobierno. Ferraz ha decidido subir el listón y ha dejado de alquilar los módicos aviones Cessna (2.000 / 3.000 euros la hora) con los que intentó sortear la crisis post Benicassim.
Ahora, la directiva socialista ha apostado por el espacioso Falcon 2000 que tiene en propiedad la familia Carceller, dueños de Cervezas Damm. Sánchez se ha quejado entre los suyos de lo poco espaciosos que son los Cessna y ahora para este acto decisivo no quiere problemas menores.
Este jet corporativo tiene capacidad para diez personas y se alquila por una horquilla entre 5.000 y 6.000 euros la hora. Tiene un alcance máximo de 5.652 km a una velocidad de crucero de 887 km/h a una altura máxima operativa de 14.326 metros o 17.000 pies. En el Ejército del Aire hay modelos similares de los que ha optado por no disponer al tratarse de un acto de partido.
En su condición de presidente, Sánchez utilizó el avión presidencial para desplazarse a Doñana con su familia, y también durante las Navidades para pasar unos días en Lanzarote, en la residencia oficial de 'La Mareta'. El acondicionamiento de la residencia, adscrita a Patrimonio del Estado, supuso más de 30.000 euros.
Sus rivales Pablo Casado y Albert Rivera también han usado el Falcon para atacar a Sánchez durante la campaña que hoy finaliza. En concreto, el líder popular en el debate del pasado lunes utilizó la propuesta de subir el impuesto al diésel para afearle al presidente del Gobierno el uso del Falcon: "¿Qué pasa, que quien no tiene un avión tiene que pagar un 30% más?", espetó el sucesor de Mariano Rajoy.
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