Los tres pilares en los que se sostiene Sánchez en sus 100 días en La Moncloa

  • Iván Redondo, la ministra María Jesús Montero y Santos Cerdán se convierten en los colaboradores estratégicos del presidente del Gobierno.
Sánchez e Iglesias
Sánchez e Iglesias
EFE

Los llaman "la IMS", por sus iniciales. Son los colaboradores estratégicos del presidente del Gobierno para negociar aspectos clave en estos primeros cien días en La Moncloa. Son los negociadores con galones de Pedro Sánchez, un trío compuesto por su jefe de gabinete, Iván Redondo; la ministra de Hacienda, María Jesús Montero; y el histórico socialista navarro Santos Cerdán. La "IMS" ("Iván, Montero y Santos") es el trío en el que se está apoyando Sánchez para tomar las decisiones de mayor calado en materia tanto política como económica.

Han sido cien días de anuncios, de aciertos, de errores ("globos sonda") y de decisiones caracterizadas por su contenido social. El Gobierno de Sánchez completa en estos primeros días de septiembre el periodo de gracia que se le da a todos los nuevos ejecutivos y encara un inicio de curso político incierto. Los 84 diputados socialistas son insuficientes para poner en marcha la hoja de ruta que el ahora presidente diseñó en la oposición, de ahí que ya se estén empezando a producir algunos pasos atrás (quizá el más destacado fue la renuncia a publicar el listado de la amnistía fiscal). Pero Sánchez sigue trabajando sustentándose en estos tres pilares que son su prolongación en determinadas decisiones.

Iván Redondo, el jefe del 'ala Oeste' de La Moncloa

Redondo, Montero y Cerdán tienen, efectivamente, buena parte de 'culpa' de la mayoría de las decisiones que ha tomado Sánchez, para bien o para mal. El asesor que más cerca está del presidente es, sin duda, su jefe de gabinete. Cuando Sánchez tomó la decisión de nombrarlo en detrimento de su histórico escudero, Juanma Serrano (ahora en Correos), una parte del socialismo criticó la decisión. Decían que no era un hombre de partido y que se rompía así la tendencia de elegir para el cargo a un perfil con trayectoria política, como hicieron sus predecesores eligiendo a Jorge Moragas Rajoy), José Enrique Serrano (Zapatero y González) o Javier Zarzalejos (Aznar).

Iván Redondo fue el cerebro de la moción de censura. El hombre que recomendó a Sánchez que el PSOE la presentara en el Congreso aquel 25 de mayo a las 10 de la mañana, horas después de conocerse la sentencia de la Gürtel. Ahora ocupa el 'ala oeste' de La Moncloa, realiza jornadas maratonianas y se encarga de supervisar cualquier cuestión para el presidente. Su mano derecha es Félix Bolaños, procedente del PSOE y nombrado secretario general de Presidencia. Redondo sacó adelante la complicada negociación para renovar RTVE con urgencia y ahora su objetivo es doble: solucionar el tema catalán, donde Sánchez se juega la legislatura, y conseguir ganar las próximas elecciones y gobernar. 

Montero, vicepresidenta económica 'in pectore'

La política económica es uno de los aspectos que Pedro Sánchez más está cuidado. Sabe de la importancia que tiene el crecimiento y el empleo, de ahí que Moncloa esté monitorizando cualquier dato por si es necesario apretar el botón rojo y convocar elecciones anticipadas. Pero mientras hay que negociar con la oposición para sacar adelante cuestiones trascendentales, como la reforma de la Ley de Estabilidad Presupuestaria y los Presupuestos Generales de 2019. La enviada de Sánchez a estos encargos es su ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

La andaluza entró en el Consejo de Ministros con la etiqueta de ser la cuota de Susana Díaz en el Gobierno. Sin embargo, en la actualidad ejerce de vicepresidenta económica 'in pectore'. Montero es la negociadora con Unidos Podemos de todos los aspectos que llevarán al Gobierno a configurar sus propias cuentas públicas y de avanzar en la reforma fiscal. En estos primeros cien días, por tanto, su poder en el Ejecutivo es superior al que ostentan Nadia Calviño (Economía), Magdalena Valerio (Trabajo) y Reyes Maroto (Industria). Todas ellas conforman el póquer económico de Sánchez.

Santos Cerdán, el negociador del Gobierno

Para engrasar la maquinaria del PSOE Sánchez ha elegido a un histórico del partido. Se trata de Santos Cerdán, que se ha convertido en el 'cancerbero' de Ferraz. El navarro no abandonó al secretario general en su travesía por el desierto y ahora, con José Luis Ábalos al frente de un Ministerio como el de Fomento, su labor en el partido se antoja como imprescindible.

Cuentan en el PSOE que Cerdán es de los pocos que se atreven a decirle a Pedro Sánchez que se está equivocando, de los escasos subordinados que dicen las cosas a un jefe como las piensan. De ahí, probablemente, la importancia que se le da en el socialismo a su trabajo en la sombra.

En el Gobierno destacan, además, que fue el auténtico responsable de que la moción de censura triunfara. Afirman que Cerdán fue el encargado de negociar con el PNV la necesidad de dejar caer al PP del Gobierno. Sus contactos con Sabin Etxea (sede del PNV en Bilbao) fueron los que consiguieron el giro de última hora de los nacionalistas vascos.  

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