Pedro se convierte en Pablo y en el camino se deja el centro

Pedro Sánchez ha dado en solo 24 horas un giro total a la izquierda. Pocos entienden los brindis al sol con los que ha sorprendido a propios y extraños: un laicismo radical que recordaba más al primer ZP que a un Sánchez que siempre ha presumido de moderación. No quiere ver ahora el líder del PSOE ni la religión en los colegios privados... religiosos. Raro.

Y según los expertos en Derecho Constitucional, una batalla legal de la que puede salir trasquilado. ¿Pide toda una generación su laicismo? No, al menos en el CIS este problema no ha salido en 30 años. Se dice pronto. Pero el 20D se acerca.

Sánchez ha vuelto a recordar, como en todas las fechas en las que se acercan las elecciones, la idea de romper el Concordato con la Santa Sede. Nadie lo ha hecho aún. Por algo será. Pero Pedro quiere cumplir con los suyos, que ahora muchos no saben quiénes son. Ya ha tenido que echarse atrás con su derogación total de la reforma laboral. Destapar el tarro de las promesas no sale gratis (que se lo digan a Rajoy que aún lo está pagando).

Pero tras esta andanada socialista, que incluye la promesa de no impuestos para los que ganen menos de 60.000 euros, que son los que desde la Transición están pagando gobierne quien gobierne (cómo se sostiene el Estado de Bienestar, ¿con el resto que no paga o saca su dinero del país?) se esconde el más claro (y burdo) cálculo electoral.

Lejos de la nueva política, de un presidente que gobierne para todos, Pedro Sánchez se ha convertido en Pablo Iglesias aprovechando que este está en su hora más baja. Ese 15% de votantes son los que quiere Pedro para su PSOE.Pedro quiere el caladero de votos de un Iglesias débil

Demuestra esta intención escasamente disimulada varias cosas: la primera que Pedro Sánchez da por perdido el centro en favor de Ciudadanos y ¡del PP!. Más del primero que del segundo. Rivera no para de subir y los estrategas del PSOE creen que Iglesias es un flanco más débil. La segunda, que Pedro sabe que no tiene otra oportunidad. Tras el affaire Lozano, muchos le esperan con los cuchillos en la espalda. Lo de Tomás Gómez tampoco se olvida. O gana o le echan. Necesita un suelo para pactar.

Como esto de la política es como un road movie Podemos ha saltado a la palestra para proponer una renta de 600 euros para los que no tengan ingresos y un complemento para los que no superen los 900. Poco va a tardar Pedro en sumarse a la idea o superarla. Suárez decía eso de "puedo prometer y prometo", pero cumplía. Sánchez debe saber que la reforma laboral, y lo que ha prometido estas 24 horas lo va a perseguir cuatro años... si gana.Pactar con Ciudadanos le puede librar de sus promesas

Aunque si pacta con Ciudadanos tendrá excusa para decir eso de "no nos dejaron y pactamos lo prioritario". Como bien sabe Sánchez, la religión no es un problema para los españoles, que bastante tienen con llegar a fin de mes (a lo que Cáritas ayuda algo más que los sindicatos y su propio partido, por cierto, que también deberán pagar lo que deben). En la educación, piensa uno, debe haber más problemas que la asignatura de religión. O no. Difícil manera de llegar a una ley con acuerdo de todos empezando así.

Un aviso para Pedro, aunque ya lo sabe él de sobra. La Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Asturias ha anulado el Decreto de la Consejería de Educación 43/2015, en lo que respecta a la asignatura de Religión, por considerar que existe vulneración de Derechos Fundamentales a la igualdad y no discriminación.

El Arzobispado criticaba que en Segundo de Bachillerato no se ofertara la asignatura de Religióny en primero se dificultara su libre elección y se mermara su horario. Piensa Pedro que los brindis al sol de hoy le saldrán gratis. Ha elegido su caladero de votos. ¿Acertará?