Periodista desentraña conflictos entre Brasil y Bolivia hace más de 100 años

  • El poderío bélico y económico que Brasil tenía hace más de cien años condicionó la negociación del Acre, un territorio que Bolivia cedió por lo que hoy serían unos 312 millones de dólares, según la investigación de un periodista boliviano.

Eduardo Davis

Brasilia, 3 ago.- El poderío bélico y económico que Brasil tenía hace más de cien años condicionó la negociación del Acre, un territorio que Bolivia cedió por lo que hoy serían unos 312 millones de dólares, según la investigación de un periodista boliviano.

Durante ocho años, Walter Auad Sotomayor escudriñó documentos en ambos países sobre el "conflicto de Acre" y las negociaciones que llevaron a la cesión de ese territorio a Brasil, así como anteriores entendimientos limítrofes que supusieron pérdidas territoriales para Bolivia en el Mato Grosso.

El resultado ha sido el libro "Relaciones Brasil-Bolivia. La definición de las fronteras", publicado por Plural Editores y que será presentado la semana próxima en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz de la Sierra.

Sotomayor, quien reside en Brasil desde hace cuarenta años, dijo a Efe que su trabajo es "una aproximación a las ideas del momento de formación de los Estados nacionales en América", las cuales permiten entender algunos procesos aún en curso en el Siglo XXI.

El primer acuerdo limítrofe entre Brasil y Bolivia fue firmado en 1867, tras sucesivas tratativas en las tres décadas anteriores.

Fue acordado en medio de la crisis regional que provocó la Guerra de la Triple Alianza, que unió a Brasil, Argentina y Uruguay contra Paraguay, y forzado por temores de un posible apoyo boliviano a Asunción, indicó Sotomayor.

Debido al bloqueo que la guerra imponía, Bolivia era entonces el único corredor que Paraguay tenía para aprovisionarse y mantener contacto con el exterior, lo que dotó al país andino de un gran valor estratégico.

Pese a la posición de fuerza que esa condición daba a Bolivia, Brasil acabó ganando en esa negociación un territorio calculado en 150.000 kilómetros cuadrados, superior a la superficie de Portugal o Austria, explicó Sotomayor.

En parte, atribuyó esa pérdida a "regalos, condecoraciones y declaraciones de amistad" a "las cuales era muy sensible el (entonces) dictador boliviano, Mariano Melgarejo" y que Brasil le ofreció a raudales.

La segunda parte de la investigación se enfoca en el "conflicto del Acre", zona que pertenecía a Bolivia, pero que el país no ocupaba y que a fines del Siglo XIX explotaban los "barones" brasileños del caucho y otros bolivianos, aunque en menor número.

Los empresarios de uno y otro país tenían bases en las ciudades brasileñas de Manaus y Belén, pues era por el río Amazonas que salía hacia Europa el caucho que dio a esa región una bonanza nunca más repetida.

Según Sotomayor, el origen del conflicto, que se desarrolló entre 1899 y 1903, fue la decisión boliviana de establecer una aduana en la región y pasar a ejercer su soberanía, con la debida cobranza de impuestos.

Eso provocó una fuerte reacción de los "barones" brasileños, que constituyeron unas milicias irregulares combatidas por el Ejército boliviano en medio de la selva.

Las revueltas espolearon a Brasil, que en el auge del conflicto, entre 1902 y 1903, "había movilizado 8.000 soldados", frente a los 1.000 desplazados por Bolivia, sostiene Sotomayor.

Según su investigación, "los historiadores han omitido el número de muertos", que hasta hoy es un misterio.

En medio del conflicto hubo episodios curiosos, como la decisión boliviana de arrendar Acre a un grupo anglo-americano indemnizado luego por Brasil, o la declaración de "independencia" de la región proclamada el 14 de julio de 1899 por el español Luis Gálvez, un aventurero gaditano que había llegado en búsqueda de El Dorado.

Fue incluso "presidente" de la "República Independiente de Acre", que no duró más de seis meses y acabó abolida por los mismos barones del caucho brasileños que lo habían apoyado.

La solución al conflicto la logró José María da Silva Paranhos Junior, conocido como Barón de Río Branco y canciller de Brasil desde 1902 hasta su muerte, en 1912.

Hábil negociador, ya había puesto fin a diferencias con Francia en la Guayana y a otras con Argentina, aunque, según Sotomayor, a la solución del conflicto con Bolivia debe "gran parte de su prestigio como diplomático".

Río Branco llevó a Bolivia a la mesa de negociaciones, aunque Sotomayor sostiene que se valió hasta de un "ultimátum" y amenazó con desplazar más tropas hacia la región, algo que el país andino no habría podido resistir.

El fin del conflicto se selló con el Tratado de Petrópolis, de 1903, que le costó a Bolivia otros 187.000 kilómetros cuadrados, a cambio de dos millones de libras esterlinas y la construcción de un ferrocarril fronterizo.

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