Perry descarta reelección en Texas pero no dice si aspirará a la Casa Blanca

Washington, 8 jul.- El gobernador de Texas (EE.UU.), el republicano Rick Perry, descartó hoy presentarse a la reelección el próximo año, pero no quiso comentar si aspirará a obtener la candidatura presidencial de su partido en 2106, como ya lo hizo en 2012.

"Ha llegado el momento de ceder el mando", indicó Perry, de 63 años, durante una comparecencia en San Antonio (Texas) arropado por cientos de seguidores.

Perry es el gobernador de Texas que más tiempo lleva en el cargo, que asumió en diciembre de 2000 cuando George W. Bush renunció al puesto para convertirse en presidente de EE.UU.

Texas es un estado tradicionalmente republicano que ha vivido en los últimos años un fuerte incremento de la población hispana.

A Perry todavía le queda un año y medio de mandato, y entre sus retos más inminentes está la defensa de un proyecto de ley que prohibirá en Texas, de aprobarse, todos los abortos después de la vigésima semana de gestación e impondrá requisitos que llevarán al cierre de casi todas las clínicas de interrupción del embarazo en el estado.

El debate sobre ese proyecto ha captado la atención nacional después de que la legisladora demócrata Wendy Davis decidiese el pasado 29 de junio recurrir a la práctica conocida como filibusterismo, que consiste en hablar sin parar con el fin de impedir que se celebre una votación.

Davis estuvo hablando durante más de 13 horas, asistida por manifestantes dentro del Congreso que no paraban de corear consignas contra la ley, con lo que bloqueó la posibilidad de votar la propuesta y obligó a retrasar la decisión hasta por lo menos este martes.

Perry no se pronunció este lunes sobre si prevé aspirar a la Casa Blanca en 2016 y dijo que cualquier decisión al respecto la dará a conocer "en su momento".

El gobernador fue aspirante presidencial republicano en 2012 y renunció con una popularidad en caída antes de las primarias de Carolina del Sur, donde los sondeos le colocaban en último lugar.

Pese a su fuerte empuje inicial y a una elevada recaudación de fondos, Perry tuvo decepcionantes intervenciones durante los debates televisados mantenidos con sus rivales y cometió errores que le hicieron caer en las encuestas.

Además de su manifiesta ignorancia en varios temas de política exterior, en la retina de muchos espectadores quedó el momento en que en uno de esos debates televisados se olvidó del nombre de una de las agencias federales que había prometido eliminar si fuera presidente.