El 80% va destinado a atraer una fábrica

El Perte de Maroto se borra de la carrera global por crear chips de alta tecnología

La actual 'guerra' de semiconductores entre China y Estados Unidos empujan a nuestro país a apostar por chips de un rango inferior, que impiden producir teléfonos móviles de última generación o tabletas.

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El Perte de Maroto se borra de la carrera global por crear chips de alta tecnología.
Europa Press

Estados Unidos y China mantienen más vivo que nunca su 'guerra' por atraer chips de alta tecnología. Una batalla a la que se ha unido la Unión Europea, que logró una fábrica de semiconductores integrados -conocidos de forma popular como 'chips de vanguardia'- para Alemania. En este escenario, aparece España, con uno de los PERTE que más ambición y esperanza ha depositado el Ejecutivo. Así, una porción importante de la ingente cantidad recibida de los fondos europeos irá para atraer fábricas que produzcan dichos chips. No obstante, el Ejecutivo se borra de esta carrera internacional por atraer semiconductores de 'alta tecnología' y opta por atraer una o dos fábricas de chips de una menor calidad.

En caso de que estas instalaciones lleguen, los semiconductores dejarán a nuestro país sin la posibilidad de convertirse en un actor importante en la producción de teléfonos móviles de última generación o tabletas, en favor de otros socios europeos o de otros grandes países. Los nuevos chips que hipotéticamente deberán producirse en España irán destinados a crear productos que requieran una tecnología "más madura", como para la fabricación de vehículos. Por lo que el escenario deja, por un lado, la 'renuncia' a optar por chips de alta calidad y la incertidumbre de si estos, al final, llegarán a producirse en nuestro territorio.

El pasado jueves, la ministra de Industria, Reyes Maroto, aseguró que "estamos en diálogo con los pocos fabricantes que hay, sobre todo creando un ecosistema para que se pueda desplegar el proyecto de la fábrica de chips". El PERTE de microelectrónica y semiconductores supondrá una movilización de 12.250 millones de euros hasta 2027. Una cantidad que irá en su mayoría a la construcción de plantas de fabricación (con una inversión pública de 9.350 millones de euros). Es decir, casi el 80% de lo presupuestado. El resto de los ejes irán destinados a fortalecer la innovación sobre microprocesadores de vanguardia (1.165 millones), el diseño de dichos microprocesadores (1.330 millones) y la creación de un fondo de capital para financiar startups de chips (por 400 millones).

Fuentes del sector aseguran a este periódico que "los chips de vanguardia generan mucha inversión. Es muy difícil atraer este tipo de fábricas a nuestro país. Mientras que las fábricas que producen chips de tecnología madura son más fáciles de captar. Aunque en este último también hay 'players' (jugadores) con los que competir, existen muchas más posibilidades. Nosotros calculamos que España conseguirá instalar entre una o dos fábricas de este tipo en todo el territorio". Por otro lado, no descartan que alguna de las grandes compañías de chips inviertan en este tipo de fábricas de menor dimensión.

Uno de los pocos gigantes del sector, Intel, eligió hace ya varios meses a Alemania como el lugar donde levantar su gran centro integrado de chips ('de vanguardia') por 17.000 millones de euros y a Francia como el territorio donde desarrollar su 'hub' de diseño de semiconductores. Una realidad que difirió mucho de la porción que recibió por entonces España, con la inversión de 200 millones en un laboratorio de diseño de chips en Barcelona.

La apuesta del Ejecutivo por desplegar los semiconductores ha sido  considerable. De hecho, el Gobierno ha destinado casi el 10% del total de los fondos europeos en el PERTE. Un país -el nuestro- que no destaca en el Viejo Continente por haber sido puntero en esta industria. Así, sorprende que la mayoría de los territorios de nuestro entorno sí contaban con alguna. Según los datos de la Comisión Europea, estos son: Alemania, Francia, Irlanda, Italia, Austria, Páises Bajos, Bélgica, Hungría, República Checa, Suecia, Finlandia, Portugal y Malta

"El Gobierno ha destinado casi el 10% del total de los fondos en el Perte Chip"

Otra de las desventajas con las que cuenta España es la legislación restrictiva para explorar sus reservas de litio (también llamado 'oro blanco'). Un metal clave para la producción de los microchips. Este recurso ha permitido a México, por ejemplo, conseguir una futura fábrica de semiconductores de alta calidad -algo inalcanzable para nuestro país- por el interés de EEUU en dicha materia prima. Precisamente, estos últimos, a través del presidente norteamericano, Joe Biden, ha presionado a las grandes compañías americanas del sector para 'traer' sus fábricas a su territorio -como la última levantada en el estado de Ohio- y acabar con la política de cadenas de valor que han desperdigado la producción por los países asiáticos

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