Las acusaciones implican al fundador del Sodalicio de Vida Cristiana, Luis Fernando Figari, y a otros jerarcas, en casos documentados publicados en el libro 'Mitad Monjes, Mita Soldados', de los periodistas Pedro Salinas y Paola Ugaz.
El movimiento al cual el Papa Juan Pablo II reconoció en 1997 como "Sociedad de Vida Apostólica Laical", ha pedido perdón por los hechos, y los ha condenado.
"Nos duele y avergüenza profundamente que hechos así hubieran podido ser cometidos por Luis Fernando Figari, fundador y por muchos años también Superior general de nuestra comunidad. Condenamos los hechos que pudieran haber ocurrido, en especial los de abuso sexual, que hieren de modo tan profundo a las personas", ha comentado en un comunicado.
"El libro recoge testimonios variados que son verosímiles y que deben ser esclarecidos exhaustivamente", agrega el documento que firma el Superior General Alessandro Moroni. Según el Sodalicio, Figari vive en una comunidad sodálite en Roma, bajo un estricto retiro, y lamentan que no haya cumplido con la "obligación moral" de salir a aclarar las cosas.
"Se ha abierto una investigación y, si es necesario traer a la persona (Figari) a Perú, lo haremos. Es una investigación de oficio", dijo a la prensa el fiscal de la Nación, Pablo Sánchez.
Figari, hoy de 68 años, fundó el Sodalicio en Perú en 1971. Reclutaba a adolescentes de colegios privados de clase alta. El movimiento se ha expandido a Colombia, Chile, Argentina, Brasil, Estados Unidos, Costa Rica, Ecuador e Italia.
En tanto, la organización Instituto de Defensa de los Derechos del Menor presentó el viernes una denuncia ante la fiscalía contra el arzobispo de Lima, cardenal Juan Luis Cipriani, en su calidad de moderador del Tribunal Eclesiástico Interdiocesano de Lima, por los presuntos delitos de encubrimiento, obstrucción de la justicia, complicidad con el delito de violación de menores y omisión de denuncia.
Según publica la entidad en su pagina de Facebook, Cipriani conocía las denuncias de violación a cuatro menores pertenecientes al Sodalicio que fueron presentadas hace cuatro años al Tribunal Eclesiástico, pero nunca se derivaron a las autoridades competentes.
El jueves, el Tribunal Eclesiástico de Lima informó en un comunicado que esos casos no eran de su competencia sino de la Santa Sede, adonde los derivaron.
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