Perú listo para derribar aeronaves ilegales en lucha contra el narcotráfico

  • Perú, uno de los mayores productores mundiales de hoja de coca y cocaína, reiniciará después de 15 años y sin apoyo extranjero la interceptación de vuelos ilegales de avionetas en zonas productoras de drogas, y podrá derribarlas en caso que sea necesario.

"La ley está vigente, los procedimientos ya están establecidos y los protocolos ya están definidos. Ya podemos decir que está todo listo para iniciarse", dijo en conferencia de prensa el ministro de Defensa, Jakke Valakivi.

La Fuerza Aérea de Perú (FAP) podrá intervenir en el aire a las aeronaves ilegales y, de ser necesario, derribarlas si existe evidencia o sospecha razonable de que están siendo empleadas para el narcotráfico o para transportar armamento. La mayoría de vuelos ilícitos va y vuelve a través de la frontera de Perú con Bolivia.

Según la Comisión Nacional para el desarrollo y Vida Sin Drogas (Devida) entre mayo y agosto del 2015, se registraron 175 vuelos sin permiso ni control en esa zona de frontera.

Valakivi y la ministra de Relaciones Exteriores, Ana María Sánchez y altos mando militares explicaron los procedimientos para la interceptación contenidas en la ley de Control, Vigilancia y Defensa del Espacio Aéreo Nacional que aprobó el Congreso en agosto del año pasado y que acaba de ser reglamentada.

"Hemos tratado estrictamente que se respeten las normas internacionales. Lo importante es que es una medida disuasiva. Es probable que Estados Unidos no esté de acuerdo, pero es una decisión soberana", comentó Sánchez.

Los vuelos de interceptación habían sido suspendidos en 2001, luego que la FAP derribó por error a una avioneta con misioneros estadounidenses. Esta actividad se realizaba con apoyo de las fuerzas armadas estadounidenses y estuvo vigente entre 1995 y 2001.

La autorización para disparar se otorgará después de que la aeronave sospechosa haya sido declarada hostil y desacate las instrucciones de aterrizar que reciba. Serán cinco niveles de intervención, siendo el último de estos el derribo de la aeronave, según el reglamento.

"Este reglamento es fundamental para recuperar una capacidad que se había dejado hace muchos años. Esto nos da una buena capacidad para cortar ese puente aéreo de narcoavionetas que existía y que vulneraban el espacio aéreo nacional", indicó Valakivi. Para interceptar a las denominadas 'narcoavionetas', la FAP empleará a su flota de aviones A37 (EEUU) y Tucanos (Brasil).

Las autoridades peruanas instalaron en 2015 un radar de fabricación estadounidense en Puerto Maldonado (Amazonia, sudeste) que empezó a operar en mayo y que permite detectar vuelos ilícitos con un alcance de 450 kilómetros.

Su perímetro incluye el Valle de los ríos Apurímac-Ene-Mantaro (VRAEM), la mayor zona cocalera del país, donde las fuerzas armadas combaten desde hace más de dos décadas a bandas de narcotraficantes y a los remanentes de la guerrilla maoísta Sendero Luminoso.

"Lo que nosotros buscamos es tener un mejor control del espacio aéreo y establecer acciones eficientes para evitar pérdidas de vidas inocentes e impedir el vuelo de aeronaves sospechosas de actos ilícitos", dijo a la prensa el teniente general FAP Ingemar Narro.

El zar antidrogas peruano, Alberto Otárola dijo a la prensa que, en los últimos años, avionetas procedentes de Bolivia han ingresado dos veces al día al territorio peruano, aterrizado en el VRAEM, trayendo 500.000 dólares y llevándose 150 kg de cocaína.

En Perú se mueven al año unos 8.500 millones de dólares provenientes del narcotráfico, según la procuradora antidrogas Sonia Medina.

En 2014 Perú redujo en 14% sus cultivos de hoja de coca, de 49.800 a 42.900 hectáreas, respecto al año anterior, según un informe de la ONU divulgado en julio y que ubica a este país como el segundo mayor productor después de Colombia.

cm/mav/fr

Mostrar comentarios