Díez-Picazo impidió cualquier intento de aplicar retroactividad al fallo hipotecario

  • "Reprimenda inaudita", "tribunal inquisitorial" y "repertorio de medias verdades": los magistrados discrepantes estallan contra el Pleno.
Fachada del Tribunal Supremo
Fachada del Tribunal Supremo
Europa Press - Archivo

Si algo ponen de manifiesto las tres últimas sentencias sobre los gastos hipotecarios y sus respectivos votos particulares es la situación sin precedentes de escisión y fractura total que existe en estos momentos en la Sala de lo Contencioso del Tribunal Supremo. Tanto es así, que los doce magistrados contrarios a dar la razón a los bancos van mucho más allá de ceñirse exclusivamente al contenido de los recursos y denuncian en sus escritos que, pese a haber dedicado dos días de Pleno, ni tan siquiera se tuvo la oportunidad de deliberar sobre el posible alcance que hubiera supuesto mantener la reciente jurisprudencia.

De haberse podido, no descartan un desenlace muy diferente al que se produjo en realidad y que pasaba por alcanzar un acuerdo con el que se diera carácter retroactivo a la resolución del 18 de octubre que cargaba los gastos hipotecarios a la banca. De hecho, esta era la tesis con la que trabajaba el Gobierno de Pedro Sánchez hasta minutos antes de conocerse el desenlace del encuentro. Lo que está claro es que el tono empleado en los escritos de estos magistrados -entre los que se encuentra el ponente de dicha sentencia Nicolás Mauri- evidencia una situación de confrontación sin precedentes en el seno de una Sala clave en el alto tribunal.

En seis diferentes votos particulares, los juristas definen el "insólito" Pleno del 5 de noviembre como un "tribunal inquisitorial" y "desinhibido repertorio de medias verdades, desahogos verbales y argumentación poco rigurosa". Además, por si fuera poco, entienden que la decisión del presidente de esta Sala Tercera, Luis Díez-Picazo, de abocar el asunto a estudio de 28 miembros de la misma no fue más que una "reprimenda inaudita"a la Sección Segunda, especializada en tributos y encargada de estudiar el recurso inicial que se falló a favor de la EMV de Rivas.

No se trata, argumentan, de que no pueda haber cambio de jurisdicción si se considera que la doctrina vigente hasta el momento resulta errónea, sino de que tras esta gestión se esconde un gesto de descrédito hacia toda la Sección Segunda. Y ello, según alegan, sin motivo aparente puesto que en las más de 16 horas de encuentro que mantuvieron en vilo a todo un país, se reconoció por la totalidad de los 28 magistrados reunidos que era una sentencia "motivada y fundada en derecho".

"Lo más preocupante es la imagen que proyectamos"

Por todo ello, el magistrado Francisco José Navarro Sanchís concluye que las tres resoluciones en las que se plasma el último viraje del Tribunal Supremo pasarán "perennemente a la historia jurisprudencial como un baldón sonrojante". Y no solo eso sino que reconoce, al igual que Nicolás Maurandi o el expresidente de la Sala José Manuel Sieira, que lo más preocupante de todo es la imagen que ha proyectado el Tribunal Supremo.

También confluyen en la percepción acerca de que el Pleno no se puede entender como superior jerárquico de las secciones enjuiciadoras debido a que cada una de estas domina una materia concreta. Conscientes de ello advierten de que este cambio radical de criterio en apenas un mes de tiempo tendrá consecuencias muy graves en lo que a seguridad jurídica respecta, sin olvidar el "muy serio quebranto" que ya provocó al Tribunal Supremo. Tanto, que hasta tuvo que salir en un gesto inédito el presidente de este órgano y del CGPJ, Carlos Lesmes, a disculparse públicamente por la gestión que se había hecho del asunto.

Con todo, lejos de que la redacción de las sentencias haya calmado las aguas en una Sala que ya mostró su división al resolver sobre este asunto por 15 votos frente a 13, los magistrados discrepantes siguen pensando que la legislación actual en torno a la asunción de los gastos por los préstamos hipotecarios es "deficiente". Por ello, no solo arremeten contra sus compañeros de Sala sino que mandan un recado al Poder legislativo:es "incuestionable" que la situación de inseguridad jurídica generada con todo este revuelo ha venido auspiciada por la "defectuosa técnica normativa".

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