El británico ostenta la plusmarca de esta disciplina desde 1995, cuando llegó a 18,29 metros, una distancia a la que el joven caribeño, que iniciará su participación en la capital china el miércoles con la ronda clasificatoria, va acercándose poco a poco.
La progresión del joven de 22 años está siendo espectacular y todavía está por ver dónde tiene su techo. En 2013 acabó con una plusmarca personal de 17,69 metros, un año más tarde elevó su mejor marca a 17,76 y este año, en mayo en La Habana, alcanzó un impresionante 18,08 metros.
Esa actuación en la capital cubana es la tercera mejor de la historia, sólo superada por los 18,29 de Edwards y por el 18,09 que firmó el estadounidense Kenny Harrison en los Juegos Olímpicos de Atlanta-1996.
Pichardo parece tener por lo tanto en su mano la conquista próximamente del récord mundial, algo que el propio saltador ya dijo ver posible hace dos años, tras saltar 17,68 metros en Moscú y llevarse la medalla de plata en el anterior Mundial.
"No me gusta hablar del futuro, pero no es imposible. Si logramos mejorar algunos detalles podemos estar ahí", dijo entonces el cubano en el estadio Luzhniki sobre el objetivo del récord de Edwards.
En los últimos meses Pichardo ha señalado que mejorar el impulso y su segundo salto es la clave para conseguir mejores marcas. Y hecho el diagnóstico, su mejoría se ha apoyado en ese trabajo específico para mejorar.
En Pekín-2015, Pichardo se ha ganado por méritos propios el estatus de gran favorito. En las mejores marcas de lo que va de temporada tiene cinco de las siete primeras, con ese 18,08 metros como mejor resultado.
Sólo el estadounidense Christian Taylor, tercera mejor marca del año con 18,04 metros en mayo en Doha, se presenta como un adversario capaz de rivalizar con Pichardo.
"Tengo rivales muy duros, como Taylor", avisó el cubano tras su impresionante 18,08 en el último Memorial Barrientos en La Habana, donde la prensa local ya le coronó como la principal baza cubana de conseguir la medalla de oro en Pekín.
Cuba tuvo un último Mundial, hace dos años en Moscú, muy discreto, sin título y con una cosecha de una plata, la de Pichardo, y dos bronces, los de Yarisley Silva en salto con pértiga y Yarelis Barrios en lanzamiento de disco.
Tampoco hubo oro cubano en el Mundial de Daegu-2011 y el último título mundial al aire libre para el atletismo de la isla antes de Pekín se remonta a la edición de Berlín-2009, con la victoria de la ya retirada Yargelis Savigne en el triple salto.
El francés Teddy Tamgho, asesorado por el cubano Iván Pedroso, ganó el oro en Moscú-2013 pero no podrá defender su corona después de romperse el tendón de Aquiles en mayo en Doha, lo que parece dejar el camino más despejado para Pichardo.
Al saltador santiaguero sólo le falta el oro para completar su colección de medallas mundiales, ya que a la plata de 2013 se suma el bronce que se colgó en 2014 en el Mundial en pista cubierta de Sopot (Polonia).
dr/jt
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