Piden 13 años para un padre acusado de intentar matar a su hijo de diez

  • La Fiscalía ha pedido hoy dos años de cárcel y once de internamiento en un centro psiquiátrico para un padre acusado de intentar matar a su hijo, que entonces tenía 10 años, golpeándole con un martillo en la cabeza mientras estaba distraído con un videojuego y apretándole después el cuello.

Santander, 25 sep.- La Fiscalía ha pedido hoy dos años de cárcel y once de internamiento en un centro psiquiátrico para un padre acusado de intentar matar a su hijo, que entonces tenía 10 años, golpeándole con un martillo en la cabeza mientras estaba distraído con un videojuego y apretándole después el cuello.

La sección primera de la Audiencia de Cantabria ha dejado hoy visto para sentencia el juicio por el intento de asesinato del menor, unos hechos que tuvieron lugar en marzo de 2011 en Castro Urdiales.

Según la Fiscalía, a las 13.00 horas del 19 de marzo, el acusado aprovechó que su hijo estaba distraído jugando con una videoconsola para acercarse a él por la espalda y "de forma sorpresiva, con ánimo de acabar con su vida" le dio un golpe con un martillo en la cabeza.

El niño empezó a sangrar y cayó al suelo por el impacto. Al levantarse, le agarró "fuertemente" del cuello y apretó las manos para ahogarlo, mientras el menor trataba de defenderse de la agresión al notar que no podía respirar, moviendo los brazos y las piernas hasta que consiguió darle a su padre una patada en la tripa, que hizo que le soltara y saliera huyendo, relata el fiscal.

A continuación el padre se dirigió a la Policía Local y les dijo a los agentes que venía a entregarse porque acababa de intentar matar a su hijo.

En el momento de los hechos, según el Fiscal, el procesado presentaba un estado depresivo con síntomas psicóticos y estaba en tratamiento en la Unidad de Salud Mental de Laredo desde 2009.

El acusado ingresó en prisión dos días después de los hechos, el 11 de marzo en 2011, una medida que cautelar que fue prorrogada este pasado marzo.

El fiscal pide también el alejamiento durante diez años del domicilio, el colegio o el centro de trabajo del menor y una indemnización de 10.000 euros.

Como consecuencia de la agresión, el niño sufrió un traumatismo en la cabeza, lesiones petequiales (en las venas) y un pequeño hematoma que precisaron una sola asistencia y de los que sanó en cinco días.

Tras lo ocurrido presentaba "un estado de ánimo algo descompensando, compatible con la vivencia de una situación traumática".

La acusación particular eleva la petición de pena a 5 años de cárcel, además de los 10 de alejamiento, 11 años de internamiento en un centro y unos 10.000 euros de indemnización.

Y sostiene que el padre atacó a su hijo como represalia, porque su compañera sentimental y madre del niño le comunicó su deseo de acabar con su relación y marcharse del domicilio de ambos el día en que se produjo la agresión.

La defensa sin embargo pide que sea absuelto aplicando la eximente completa de enajenación mental y la atenuante de confesión.

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