Piden 27 años de cárcel por secuestrar a una excompañera de trabajo

  • La Audiencia provincial de Pontevedra abrió hoy la vista oral del juicio sobre el secuestro en 2009, durante más de 20 horas, de una empleada del astillero MCíes por el que están acusados dos excompañeros de trabajo y una tercera persona.

Vigo, 16 abr.- La Audiencia provincial de Pontevedra abrió hoy la vista oral del juicio sobre el secuestro en 2009, durante más de 20 horas, de una empleada del astillero MCíes por el que están acusados dos excompañeros de trabajo y una tercera persona.

Para estas personas el fiscal pide 27 años y seis meses de cárcel, aunque ellos niegan cualquier implicación en el asunto.

El secuestro se produjo, según el escrito de la Fiscalía, a primera hora del 26 de noviembre de 2009, cuando la encargada de recursos humanos, Saray Seoane, fue introducida a la fuerza en una furgoneta a la entrada de la empresa, en Vigo, amordazada y maniatada con cinta, y conducida hasta un galpón en la localidad pontevedresa de O Grove.

Allí fue inmovilizada con bridas, le taparon la cara con un pañuelo, la amenazaron de muerte con una jeringuilla que, según le decían, contenía sangre infectada con sida, y luego con una pistola, con la que primero le metieron el cañón en la boca y después le golpearon en el cuello.

En varias llamadas telefónicas, los secuestradores pidieron a su padre un rescate de dos millones de euros que fueron rebajando hasta los 82.000 euros, aunque no se llegó a producir ninguna entrega del dinero, y finalmente fue puesta en libertad hacia las cinco de la madrugada del 27 de noviembre en una cuneta de una autovía.

A dos de los encausados, Francisco y Óscar Pascual, padre e hijo, la Fiscalía les acusa de los delitos de retención ilegal y de lesiones, y solicita para ellos siete años y seis meses de prisión para cada uno, mientras que la acusación particular eleva la petición a doce años.

El fiscal acusa también al tercer implicado, Carlos Sánchez -en prisión por varias condenas- de un delito de robo con intimidación y pide para él trece años y seis meses; imputación que la acusación particular hace extensiva a los otros dos encausados, para los que solicita idéntica pena.

Los abogados de la defensa han requerido, por su parte, la libre absolución de sus representados, incluido el de Carlos Sánchez al aludir, entre otras eximentes, su adicción a la cocaína.

La víctima, Saray Seoane, ha ratificado ante la sección quinta de la Audiencia provincial de Pontevedra, que juzga el asunto, sus declaraciones previas y ha dicho que no tiene "absolutamente ninguna duda" en identificar la voz de dos de sus secuestradores porque eran compañeros de trabajo especialmente "conflictivos", por lo que con frecuencia les abrió expedientes disciplinarios.

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