La garantía de los servicios esenciales en los hogares (luz, agua, gas, internet, etc.) y las medidas para evitar una sangría mayor en el empleo son los dos aspectos más valorados por la población entre todas las medidas de calado económico que el Gobierno ha puesto en marcha para paliar la crisis del Covid-19, según se deriva de una encuesta realizada por Ipsos para el Grupo Henneo – La Información. El trabajo, realizado en los primeros días de abril con 2.250 consultas online, demuestra que las decisiones que apuntan a una flexibilización de la jornada laboral, prohibir el despido o renovar de forma automática los contratos temporales, cuentan con un apoyo de más del 70% de los españoles, solo superadas por una mayoría del 80% que considera bueno o muy bueno que no corran peligro los servicios básicos del hogar.
En ese nivel alto en la valoración de los ciudadanos, con entre el 65% y el 70% de apoyo, se colocan también medidas como las ayudas al alquiler y la moratoria de las hipotecas a todos los colectivos vulnerables a los que la crisis del coronavirus ha afectado de forma especial. Más allá de vivienda y empleo, la encuesta de Ipsos aún contempla un apoyo del orden del 60% en el lado positivo de las respuestas para cuestiones como la renta mínima vital para quienes se queden sin subsidios en plena crisis, o la moratoria de las cuotas a la Seguridad Social para pymes y autónomos.
Las grandes cuestiones de la macroeconomía y las empresas son las que menos valoración reciben del conjunto de la población, a pesar de estar en todo momento apoyadas por algo más de la mitad de los ciudadanos. Un 58% de las respuestas considera buena o muy buena la relajación del techo de gasto público y un punto menos la concesión de líneas de crédito avaladas por el Estado para que las empresas no se queden sin liquidez, un respaldo amplio, pero más de 20 puntos por debajo de lo que preocupan las situaciones básicas de la vivienda y el trabajo.
Más en concreto, la parte económica de la consulta demuestra que los más jóvenes (18-24 años) son los que muestran mayor preocupación porque se renueven los contratos temporales que existen, que son la mayor parte de los que ellos tienen para entrar al mercado laboral. Frente a ello, los encuestados de mayor edad se preocupan más por garantizar el empleo y los servicios esenciales, como marco general para no perder calidad en el Estado de bienestar.
La UME y las FSE se llevan las medallas
En el ámbito de las medidas sanitarias y sociales para frenar la pandemia, la consulta de Ipsos para La Información confirma que el confinamiento de la población y el parón de toda la actividad no esencial, que se ha mantenido hasta esta semana, cuentan con un apoyo mayoritario (del 60% de los encuestados), solo superado por la decisión de implicar a la Unidad Militar de Emergencias (UME) y la decisión de montar hospitales de campaña para paliar la saturación de los centros sanitarios, que llegan al 77% y el 71%, respectivamente, entre las respuestas positivas.
Del lado negativo, la encuesta demuestra que los ciudadanos están muy descontentos con la estrategia del Gobierno a la hora de proteger a los sanitarios, entregar el material de protección, centralizar su compra, controlar las noticias falsas en redes sociales, hacer test rápidos a la población o aislar las residencias de mayores y personas dependientes, precisamente las áreas en las que más críticas ha recibido la gestión de la crisis por parte del Ejecutivo y que centran ahora la gran preocupación de cara a la vuelta paulatina a la normalidad. En todos esos aspectos, más la falta de apoyo a las funerarias, las valoraciones negativas están por encima de la mitad de los encuestados y las positivas se quedan entre el 30% y el 40%.
Una consecuencia lógica del escenario que presenta la encuesta es que las instituciones más valoradas por los ciudadanos para hacer frente a la crisis del coronavirus en este último mes son el Ejército y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (sobre todo la UME), con un 75% de apoyo social. Muy de lejos (un 43%) se colocan los ayuntamientos y todavía por debajo de ese nivel -con apenas una tercera parte de valoraciones positivas-, las comunidades autónomas, Sanidad, Gobierno y empresas privadas. Sindicatos, patronal y la Comisión Europea van a la cola de este ranking, con un claro castigo por parte de los encuestados que en una mayor parte consideran su gestión mala o muy mala.
El estudio de Ipsos pidió además la valoración de los principales actores políticos del área del Gobierno (no la oposición) en toda esta crisis, y la peor parte con claridad se la llevan Pablo Iglesias, con un rechazo del 56% de los consultados, y Pedro Sánchez, que se lleva un suspenso con un 51% en contra. La líder socialista mejor valorada es la ministra de Defensa, Margarita Robles, que empata entre quienes la apoyan y quienes la desechan, si bien su equilibrio es mejor que en el resto de ministros (desde Illa a Ábalos, pasando por Grande Marlaska, Calviño, González Laya, Carmen Calvo o Yolanda Díaz), para quienes las opiniones que valoran su actuación como mala o muy mala doblan a quienes la consideran buena.
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