Tras la salida de Isa Serra

Podemos dinamita sus planes contra Ayuso y deja un grupo de desconocidos

El grupo morado en la Comunidad de Madrid se queda con perfiles sin peso político y con poca presencia mediática, aunque la mayoría estará vinculada a Ione Belarra. Más Madrid podrá monopolizar la oposición.

El líder de Unidas Podemos y candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Pablo Iglesias, comparece ante los medios este martes en la sede del partido, en Madrid, tras conocer los resultados de las elecciones autonómicas
Podemos decapita sus planes en Madrid contra Ayuso con un grupo desconocido
Agencia EFE | Kiko Huesca

La estrategia que Podemos trazó para la Comunidad de Madrid con motivo de las elecciones del 4 de mayo ha saltado por los aires. Los planes ya empezaron a torcerse cuando Isabel Díaz Ayuso barrió a todos sus rivales y se garantizó gobernar hasta 2023. El salto de Pablo Iglesias desde el Gobierno central no funcionó, y el exvicepresidente recogió el guante y abandonó la política de primera línea. Tras sumarse a este el exJEMAD Julio Rodríguez, que anunció que no recogería el acta de la Asamblea de Madrid, la puntilla la ha dado ahora Isa Serra. La portavoz estatal ha sido la última en renunciar, coincidiendo con la posibilidad de que el Tribunal Supremo la inhabilite para ejercer cargo público. Lo que ha provocado que el grupo que presentarán (compartido con IU) apenas tenga peso político y mediático. Un conjunto de diez parlamentarios desconocidos que durante la campaña estuvieron en segundo plano. 

Los representantes de Unidas Podemos en la cámara madrileña no tienen nada que ver con la idea inicial. El proyecto que lideró Iglesias para 'rescatar' a los suyos ante la posibilidad de no lograr escaños ha quedado desdibujado tras el adiós de Serra. Esta última era el único perfil conocido que quedaba después de la marcha del exlíder de la marca y de su fiel Julio Rodríguez. Su rol de portavoz en la Asamblea en los últimos dos años y el ascenso interno para ocupar el mismo cargo a nivel estatal favorecieron que ganara empuje. El problema es que también era conocida por sus cuestiones pendientes con la Justicia. La situación culminó con la condena de 19 meses de cárcel que le impuso el Tribunal Superior de Justicia de Madrid por agredir e insultar a policías en una manifestación contra un desahucio. Su recurso ante el Supremo está pendiente de resolverse. Pero la posibilidad de que el Alto Tribunal confirme la decisión del TSJ ha precipitado su marcha.

Ahora, UP queda desdibujado en el nuevo legislativo que salió de los comicios de hace apenas un mes. El primer nombre en la lista que queda tras las tres salidas es el de Vanessa Lillo, que ni siquiera es de Podemos. Esta activista pertenece a Izquierda Unida, y fue la 'número 3' por el pacto de ambas formaciones para concurrir en confluencia. Lo curioso es que Lillo ya protagonizó una polémica contra sus compañeros morados. Ocurrió cuando se filtraron unos audios en los que llamaba "ratas" y "sinvergüenzas" a los de Iglesias. Unos insultos que respondían a la contrariedad que sintió por haber sido "tapada" durante la campaña. "Ahí poniendo el careto, porque han llegado a decir los cinco primeros. Y digo, ¿ahora sí que soy la número 3?", manifestó en esos mensajes de voz. Los cuales fueron filtrados desde un grupo de Whatsapp que compartía con amigos que ella consideraba de confianza, como admitió.

Fuentes de Podemos aseguran que Lillo no será en ningún caso la nueva portavoz en la Asamblea. Según explican estas fuentes, ese rol le correspondería a uno de los morados. Hay tres nombres con más peso dentro del grupo. Dos hombres y una mujer con diferentes perfiles. Pero que no son tan conocidos como los que se han ido. Uno es el de Jesús Santos, el actual líder en la Comunidad de Madrid y teniente de alcalde en el municipio de Alcorcón. Santos es de la máxima confianza de Iglesias y ha apoyado públicamente a la futura jefa de filas a nivel estatal, Ione Belarra. En su contra juega que no tiene experiencia en un Parlamento y que tendría que añadir una responsabilidad más a las que ya tiene. Por lo que acumularía hasta tres cargos: orgánico, municipal y autonómico.

Otro es Tito Morano. Vinculado a Podemos desde hace varios años, fue diputado en la anterior legislatura y no logró escaño en las elecciones. Tras la salida de Iglesias y Rodríguez, pudo acceder a un asiento. La experiencia está de lado de Morano, que ejerció de portavoz en la cámara durante la baja de maternidad de Serra. Además, ya sabe desenvolverse a nivel parlamentario por la experiencia que atesora desde 2019. Su hándicap es que no es de los más cercanos a la anterior cúpula de Iglesias, a pesar de que se ha incorporado a la candidatura de Belarra. De hecho, se presentó a las primarias para liderar el partido en la ciudad de Madrid frente a Luis Nieto, el candidato que respaldaba el exvicepresidente. Finalmente, este último se impuso en ese proceso interno. Lo que dejó a Morano en una posición delicada. Algo que se tradujo en que cayera al número 12 de la lista para el 4-M. 

La última en discordia puede ser Beatriz Gimeno. La histórica activista LGTBi ya dejó la Asamblea durante la anterior legislatura para ser directora del Instituto de las Mujeres. Ahora, regresa a la cámara tras abandonar ese cargo adscrito al Ministerio de Igualdad. Un movimiento que se interpretó como un intento de reforzar la lista de Iglesias, que combinaba roles experimentados como el de Gimeno con los fichajes mediático que llevó a cabo el anterior secretario general morado. Ser mujer juega a favor de ella, dado que en la confluencia de Unidas Podemos tienen claro que quieren apostar por perfiles fuertes y feministas para hacerse oír. Además, es muy cercana tanto a Iglesias como a Irene Montero, que fue su jefa cuando estuvo en el Gobierno central. Pero no es ni mucho menos una voz de peso de cara a la ciudadanía. 

El resto del grupo lo conforman esos fichajes y otros miembros de segunda fila. La abogada vinculada a la PAH Alejandra Jacinto y el portavoz del Sindicato de Manteros, Serigne Mbaye, estarán en ese nuevo grupo parlamentario. También destaca entre los 'novatos' Agustín Moreno, el profesor jubilado que despuntó en la campaña por historias como su huida de la policía franquista. El resto son 'veteranos' de la legislatura previa, como Carolina Alonso, Sol Sánchez y Paloma García Villa. Sánchez no opta al puesto de portavoz por pertenecer a IU. Ambas están muy volcadas en Podemos y también tienen experiencia parlamentaria. Lo que ha motivado que Alonso haya sido designada portavoz. Labor en la que le acompañará como adjunta Alejandra Jacinto.

Este listado de diez diputados no solo implica que vayan a tener que asumir responsabilidades personas que en principio iban a estar en segundo plano o ni siquiera iban a tener escaño. A esto hay que sumar que no habrá nombres fuertes de la futura dirección de Ione Belarra en la dinámica de oposición frente a Isabel Díaz Ayuso. Hasta cinco de ellos acompañan a la ministra de Derechos Sociales. El mejor posicionado y el más cercano a la próxima cúpula es Jesús Santos, aunque en la lista junto a él están Gimeno, Mbaye, Jacinto y Morano. Aun así, los morados tienen un panorama complicado para destacar. Sobre todo, frente al empuje de Más Madrid, que liderará la contestación a la presidenta madrileña. Y tras la última marcha de Isabel Serra, Mónica García tendrá aún más fácil monopolizar esos choques contra la jefa del Ejecutivo. 

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